El grupo de componentes de automoción anunció que cesará la producción de frenos para esa fecha
La dirección de la división de frenos del grupo Bosch comunicó ayer el cese, para finales de 2009, de la actividad de fabricación de frenos en la factoría que esta multinacional alemana tiene en Pamplona, lo que supondría el cierre de la planta. La empresa, ubicada en la avenida de Guipúzcoa (antigua Bendibérica), emplea a 102 trabajadores y fabrica bombas y servofrenos para las principales marcas de automoción como PSA, Toyota, Renault o Fiat. Este año producirá 1.100.
000 unidades, aunque su techo ha estado en 3,3 millones, según el comité.
En un comunicado, el grupo Bosch justifica su decisión en que el negocio de frenos "se encuentra inmerso en una competencia muy dura" y piensa "concentrar la producción" en sus plantas de Bursa (Turquía) y Wroczlaw (Polonia). La empresa añade que "en breve, se iniciarán conversaciones" con los representantes de los trabajadores para "acordar las medidas necesarias". Según Bosch, "el objetivo es que los ajustes de personal se realicen con la mayor responsabilidad social posible y ofrecer, en el marco de un plan social, soluciones inviduales para la plantilla de Pamplona".
Entre los afectados por el posible cierre estaría el propio secretario general de UGT en Navarra, Juan Goyen, que está en excedencia. El presidente de UGT en Navarra, Melchor Calleja, ya jubilado, también trabajó en ella.
La noticia fue comunicada ayer previamente en Madrid a una representación sindical formada por las federaciones estatales de CC OO y UGT, dos delegados de Pamplona (ambos de UGT, mayoritario en el comité: 5 de UGT y 4 de ESK) y otros dos de la planta barcelonesa de Lliçá d"Amunt (1 de CC OO y 1 de UGT), que, entre otras producciones, comparte la de la planta navarra.
Ambas factorías son objeto desde de un expediente de regulación de empleo, pactado a final de 2005 para recortar 300 trabajadores en tres años, mediante prejubilaciones y bajas voluntarias. Fruto de este ERE, la plantilla navarra, que en 2005 era de 174 trabajadores, quedará por debajo de los 90 este 31 de diciembre.
"Ejemplo de deslocalización"
"Nos han planteado que van a reestructurar la división de frenos, porque tiene pérdidas, y que la fecha de cierre de Pamplona es para 2010", indicó ayer Lorenzo Ríos, secretario general de MCA-UGT en Navarra, que acudió ayer a la reunión de Madrid en representación de la Federación estatal del Metal. "Dicen que el problema no responde a la crisis, sino a una estrategia de traslado de fabricación a países de bajo coste y hacen una propuesta-trampa que es prorrogar el actual ERE que hay con Lliçá". Con ello, "la intención es crear condiciones técnicas de excedente, ir dejando la planta sin volumen de trabajo y de personal, para, al final, decir que no es rentable y cerrarla", afirmó.
Ríos criticó que Bosch "plantea el cierre de la planta más rentable del grupo, lo que es profundamente injusto" y lo tildó de "ejemplo mayúsculo de deslocalización". Afirmó que "Bosch quiere abrir un proceso de soluciones hacia el cierre, pero nosotros queremos negociar el mantenimiento de esta planta, con compromisos de plan industrial y volumen de trabajo" para lo que quieren implicar también al Gobierno de Navarra, afirmó. Bosch es el primer fabricante mundial de componentes para el sector de automoción y tal vez pudiera traer otro producto.
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