El tributyltin es usado en pinturas y conservantes de madera, tejidos y pesticidas, y es nocivo en muy bajas concentraciones
El tributyltin, una sustancia contaminante muy extendida que tiene un potente efecto sobre la actividad genética, podría ser un responsable más del incremento de la obesidad, de acuerdo con un estudio publicado en la revista BioScience. Se trata de un compuesto empleado en pinturas anticorrosivas para barcos, para preservar productos de madera y textiles, y como pesticida para proteger los cultivos de maiz, entre otras muchas aplicaciones.
El tributyltin afecta a la sensibilidad de los receptores en las células de los animales, desde pulgas de agua hasta los seres humanos, a muy bajas concentraciones --unas mil veces más bajas que los contaminantes conocidos por interferir en el desarrollo sexual de las especies salvajes--. Tributyltin es altamente tóxico para moluscos y se acumulan en los organismos de peces y mariscos.
Los devastadores efectos de los compuestos químicos en riñones, sistema nervioso e inmunológico de los mamíferos son bien conocidos, pero sus consecuencias sobre unos componentes celulares denominados receptores de los retinoides X en varias especies sólo han sido descubiertas recientemente. Cuando se activan, estos receptores se mueven al núcleo de las células y activan los genes que causan el crecimiento de las células que almacenan la grasa y regulan el metabolismo; los compuestos que afectan a unos receptores relacionados asociados frecuentemente a estos receptores son ya utilizados para tratar la diabetes. Los receptores de los retonides X son normalmente activados mediante moléculas señalizadoras que se encuentran por todo el cuerpo.
Obesidad y contaminantes coinciden en el tiempo
En el artículo publicado en BioScience, recogido por otr/press, los investigadores de la University for Advances Stuides de Japón Taisen Iguchi y Yoshinao Katsuy, describen cómo éstos y otros receptores se ven fuertemente condicionados por tributyltin y otros compuestos similares. Además de bloquear la reproducción en algunas especies, además este compuesto provoca el crecimiento en exceso de los tejidos grasos en ratones de laboratorio.
El incremento en la obesidad en las humanos en los últimos 40 años corre en paralelo al incremento en el uso de químicos industriales. Iguchi y Katsu mantienen que es "plausible y provocador" asociador la pandemia de obesidad a los compuestos contaminantes presentes en el medio ambiente de nuestros días. Algunos otros compuestos contaminantes de presencia extendida poseen potentes efectos biológicos, incluidos estrógenos ambientales tales como el bisphenol A y el nonylphenol, que han demostrado poder estimular el crecimiento de las células acumuladoras de grasa en ratones. El papel que el tributyltin y otros contaminentes similares puede jugar en la pandemia de obesidad está de momento bajo escrutinio.
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