Las bicicletas no podrán circular por aceras de menos de cuatro metros de ancho en las que no haya carril bici.
L A nueva ordenanza municipal de tráfico que el Ayuntamiento tiene previsto promulgar el próximo mes de enero ha desatado el debate entre ciclistas y peatones.
La acera, espacio que antes compartían sin mediación de norma alguna, es el principal motivo del conflicto, como se ha podido comprobar a lo largo de esta semana en la avenida de Navarra, donde el Consistorio pretendía que el nuevo carril bici y la zona peatonal coincidieran en un espacio de sólo tres metros , mitad para cada uno.
Curiosamente, la futura normativa prohibirá la circulación de bicicletas por aceras de menos de cuatro metros de anchura. Esto obligaría a muchos ciclistas a transitar por carretera, un lugar en el que se sienten amenazados por los coches. Los peatones, por su parte, aprueban esta medida con la esperanza de que les garantice una mayor seguridad en sus recorridos, especialmente los mayores, aunque la mayoría duda de que vaya a ser respetada.
Además de esto, los ciclistas deberán ceñirse a un límite de velocidad de 10km/h en aceras y de 20km/h en el carril bici. Asimismo, tendrán que guardar en todo momento una distancia de, al menos, un metro respecto al peatón y bajarse del vehículo cuando no pueda ser respetada. También deberán detenerse en los pasos de cebra antes de cruzar para asegurarse de que han sido vistos por los conductores antes de reanudar su marcha.
Se desconoce cuáles serán las sanciones que el Ayuntamiento podría imponer a los infractores de la nueva ordenanza y cómo se controlará su cumplimiento, teniendo en cuenta que muchos ciclistas ignoran a qué velocidad circulan. Saber si estas normas contribuirán a fomentar el uso de la bicicleta en Pamplona es cuestión de tiempo. De momento la polémica está servida.
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