El debut literario del navarro se produce en Ttarttalo, la misma editorial en la que publica Toti Martínez de Lezea
A Mikel Zuza Viniegra (Pamplona, 1970) todavía le cuesta asimilar que "ha cruzado la frontera" entre la lectura y la escritura, tal y como expresa él mismo. Este licenciado en Geografía e Historia, bibliotecario de profesión, todavía no termina de asumir que uno de estos objetos por los que siente "un gusto casi delirante " lleve ahora su firma.
Crónicas irreales del Reyno de Navarra,su primer libro, es la suma de su gusto por la lectura y por la historia, muy especialmente, la medieval, y más en concreto, la del Reyno de Navarra, una pasión que descubrió siendo un niño y de cuyo "veneno" aun no ha podido librarse. "No entiendo por qué esta materia no se estudia más en los colegios e institutos. ¿Cómo un pequeño reino pudo codearse con grandes potencias? Creo que es una información bastante desconocida a la que no le sacamos partido", asegura el pamplonés.
Como un escribano real
Para poner su granito de arena en esta labor, Zuza aborda en los ocho relatos que incluye el volumen personajes y lugares de la Navarra entre los siglos XVII y XV. Así, Sancho el Sabio, Carlos III o el Príncipe de Viana (su personaje preferido) son algunos de los monarcas que ocupan las andanzas que narra Crónicas irreales, todas ellas teñidas por una capa de ficción. "Mi formación de historiador me ayuda a entender las fuentes, pero las cifras son como un corsé", asegura. "Me picaba la curiosidad de imaginar cómo fue, quién lo hizo", ejemplificó.
Aunque Zuza está convencido de que el límite entre la historia y la imaginación "no está tan claro" como suele decirse, el libro incluye un capítulo final con unas notas aclaratorias que harán más sencilla la labor de delimitar ambos terrenos.
Idoia Arozena, de la editorial Ttarttalo (donde también publica Toti Martínez de Lezea), aseguró ayer que Zuza ha adoptado el papel de "escribano real" y que narra historias muy bien documentadas pero, que a la vez, son "pequeñas ficciones que permiten imaginar una historia diferente a la que siempre cuentan".
Por su parte, Asun Maestro, presidenta de la Asociación Navarra de Bibliotecas ASNABI, definió este trabajo como un conjunto de "cuentos frescos, muy bien documentados, veraces y creíbles". "Un libro entre la historia y la fabulación, entre el pasado y la imaginación, en la que, en cualquier caso, siempre gana la lectura", ahondó. Además, Maestro, amiga personal del autor, destacó la calidad de las ilustraciones, obra de José Luis Blanco Aguirre, cuñado de Mikel Zuza.
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