La hija del popular cantante Manolo Escobar es una de las reporteras de "El método Gonzo", el magazín de denuncia y humor que estrenará en breve Antena 3. "Me he criado dentro de la normalidad", asegura.
Vanessa García Marx viaja por toda España como reportera del nuevo magazín que está a punto de estrenar Antena 3, El método Gonzo, que fundirá periodismo de denuncia y humor. Sería una periodista más del equipo conducido por Fernando González Gonzo, ex reportero de Caiga quien caiga, si no fuera por ser hija de Manolo Escobar.
No utiliza el apellido artístico de su padre, está acostumbrada a ganarse la vida en el periodismo audiovisual desde los 22 años, y critica la inestabilidad y el paro en la España de Zapatero, que se deja sentir en su ámbito, según explica.
Decidió formarse como periodista....
Sí, me licencié en Periodismo, y empecé a estudiar Arte Dramático en la escuela de Cristina Rota pero lo dejé porque me pareció muy duro el método. Luego hice un master en Periodismo Audiovisual en la Escuela Superior de Imagen y Sonido donde me dio clase Letizia Ortiz, una profesional como la copa de un pino; aprecié cómo amaba su profesión y lo enamorada que tiene que estar para dejar su trabajo y casarse con un príncipe, con todo lo que esa vida conlleva.
¿Por qué eligió este camino?
No sabría decir. Estaba acostumbrada a acompañar a mi padre a algunos programas de televisión, a conocer a periodistas que venían a casa a entrevistarle. Mi prima, Ana García Lozano, también es periodista y la admiro mucho....Yo creo que es eso, el trato que he tenido con los medios de comunicación.
¿Y la canción nunca le tiró?
No. Me gusta cantar pero en los karaokes. No tengo actitudes.
¿Cómo se crece siendo hija de un personaje tan popular?
Me he criado dentro de la normalidad porque mi padre es un hombre sencillo. Es un buenazo, no tiene maldad ni jamás se ha metido en ninguna extravagancia.
Prensa rosa
Tampoco debe ser fácil que no le haya captado la prensa rosa...
Pero es que nunca hemos dado motivo para salir en la prensa del corazón. Yo creo en la prensa rosa sale el que quiere y piensa en publicitarse. Recuerdo que con 17 años me pillaron dándome un beso con un chico en Benidorm y lo publicaron. No volvió a salir nada, pero es que tampoco mi vida personal es de interés.
Ahora ha empezado a hacer reportajes de actualidad, de denuncia social. ¿Cómo ve España?
Los reportajes son de denuncia pero los vamos a tratar con humor. Leí recientemente que el Gobierno no iba a tener dinero a partir de septiembre para pagar a los parados y eso me preocupa bastante, sobre todo en esta profesión. Tengo muchos amigos periodistas en paro o que se están dedicando a otros trabajos que no tienen nada que ver con el periodismo porque no encuentran en lo suyo.
¿Qué le parece Zapatero?
Una persona simpática, competente, al margen de que se pueda compartir las ideas con él en algunos aspectos y en otros no. Cometió un fallo al mentir y decir que había roto las negociaciones con ETA cuando no lo había hecho. Pero todos los políticos se ven obligados en algún momento a mentir o a ocultar información. Ahí está nuestro trabajo, en intentar averiguarlo.
¿Y Rajoy?
Pues una persona aparentemente muy seria... Pero tampoco quiero decir nada más.
A partir de ahora va a estar más expuesta ante las cámaras. Su vida saldrá del anonimato...
Yo no sé por qué va cambiar eso ahora, al salir en Antena 3. Trabajé en Las mañanas de Cuatro y nadie se preocupó. Yo soy una reportera más, que llevo trabajando en televisión desde los 22 años, que he tocado un montón de géneros, desde redactora de testimonios a sucesos en El programa de Ana Rosa o informativos en Localia. Ahora estoy en Antena 3, pero quizá en tres meses, si el programa no funcione, me tenga que buscar la vida en otro sitio.
¿Cuál es su sueño?
No soy muy ambiciosa. Me encantaría montar un negocio de restauración, un bar de tapas o una tienda de ropa porque de esto no se puede vivir toda la vida. Es una profesión muy inestable.
© DIARIO DE NAVARRA. Queda prohibida toda reproducción sin permiso escrito de la empresa a los efectos del artículo 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual