Las dos acusadas de asesinar a Ángel Jiménez Jiménez en 2005 no declararon ayer al estar una de ellas indispuesta
Un jurado popular compuesto por cinco hombres y cuatro mujeres juzga desde ayer el llamado "crimen de la calle Descalzos", en el que murió el pamplonés Ángel Jiménez Jiménez después de recibir una cuchillada en el pecho la tarde del 13 de enero de 2005 en su vivienda, situada en la citada calle de Pamplona.
En el juicio están acusadas de asesinato dos mujeres, que junto a un hombre que falleció a principios de este año, se encontraban supuestamente con la víctima en el momento del crimen. Ayer estaba previsto que declararan las acusadas en la vista oral celebrada en la sección segunda de la Audiencia Provincial, pero el juicio tuvo que ser suspendido porque una de las acusadas "no estaba en las condiciones exigibles para prestar declaración", según el presidente de la sala. El juicio se reanuda hoy.
La fiscal no acusa a ninguna de las dos mujeres porque afirma que hasta el momento no se ha podido determinar quién de las tres personas que se encontraban con la víctima le clavó el cuchillo, ni que entre las tres hubiera existido un previo concierto para causar la muerte a la víctima. "Todos mienten", afirmó ayer. Sobre el móvil del crimen, la fiscal señala que "posiblemente" fueron temas económicos los que impulsaron a uno de los tres a clavarle a la víctima un cuchillo en el pecho, ocasionándole una herida que le penetró 9 cm y que le causó la muerte por taponamiento cardiaco.
La acusación particular, en representación de la familia de la víctima, pide 18 años para las dos acusadas por un delito de asesinato, y afirma en sus conclusiones provisionales que los tres se pusieron de acuerdo para quitarle el dinero de la pensión, "aprovechándose de la adicción al alcohol" que tenía la víctima, y que fue una de las mujeres quien le clavó el cuchillo.
Por su parte las defensas solicitan la libre absolución. El letrado de la mujer a la que la acusación particular señala como autora material afirma que su defendida no estuvo en el lugar de los hechos, y que ninguna prueba le sitúa allí. La defensa de la otra mujer apunta que no hay pruebas contra su patrocinada, y que fue ella quien se acercó a ayudar a la víctima y quien avisó a la policía y a las asistencias.
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