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LA EXPLORACIÓN DEL PLANETA ROJO

"Phoenix" envía su primera mirada sobre Marte

La sonda aterrizó con éxito en el polo norte de Marte, en cuyo subsuelo buscará agua y vestigios de vida pretérita

Actualizada Martes, 27 de mayo de 2008 - 04:00 h.
  • A.P. . COLPISA. MADRID. .

Con sus tres patas firmemente posadas sobre la tierra rojiza de Marte y sus instrumentos en perfecto estado de revista, la sonda Phoenix de la NASA comenzó ayer a cumplir su misión; sondear el subsuelo del polo norte marciano en busca de agua y vestigios de vida pretérita. Como aperitivo, el ingenio envió sus primeras fotografías de la vasta planicie boreal donde amartizó con éxito de madrugada (mediodía en España); en una latitud equivalente al norte de Canadá.

Las imágenes de la pedregosa Vastitas Borealis no dicen gran cosa a ojos profanos, otro paisaje árido y reseco más del planeta rojo, pero los expertos han captado gracias a ellas posibles nuevas evidencias de la existencia de grandes masas de agua helada y permafrost bajo la superficie. El suelo aparece surcado por una especie de retícula poligonal, similar a la de zonas árticas y suelos congelados (permafrost) en la Tierra. Podría deberse a los movimientos de contracción y expansión de las placas de hielo, aseguran los responsables de la misión Phoenix, compartida por la Universidad de Arizona y la NASA.

En un comunicado, el investigador principal de la misión confirmó que esas primeras imágenes sobre la región polar de Marte remitidas por Phoenix confirman los indicios de la posible existencia de hielo bajo su superficie. "Observamos la escasez de rocas que esperábamos, y vemos los polígonos que contemplábamos desde el espacio, no vemos hielo en la superficie, pero pensamos que está bajo la superficie. Es una gran satisfacción para mí", añadió.

Las instantáneas, rebotadas al centro de control de la agencia espacial estadounidense en Pasadena (California) por el orbitador Mars Odyssey, son también la primera prueba de que la sonda aterrizó sin problemas y sus aparatos están a punto para la misión principal. De hecho las imágenes confirmaron que los paneles solares indispensables para la provisión de energía a la sonda se habían desplegado correctamente, y también los mástiles de la cámara y estación climática.

La Phoenix cuenta con un brazo robótico de 2,35 metros de largo con el que perforará ese suelo reticulado y tomará muestras de hielo en busca de respuestas a la misma pregunta que guía todas las misiones espaciales a Marte: ¿hubo en el pasado lejano del planeta grandes masas de agua líquida? Y si fue así, como parece, ¿existió vida tal y como la conocemos en la Tierra?

Un éxito para la NASA

Haya o no descubrimientos concluyentes, el amartizaje y las primeras fotografías suponen ya un nuevo éxito para la NASA. El júbilo y los aplausos que siguieron al anuncio del aterrizaje estaban plenamente justificado. Desde el arranque de la exploración marciana en los años 60, más de la mitad de las misiones fracasaron justo en el momento crucial de tocar suelo. Son lo que los expertos denominan los minutos del terror, el descenso de la nave una vez que entra en la atmósfera marciana a una velocidad de 21.000 kilómetros por hora. "Es de lejos la parte más difícil", admitió Barry Goldstein, director del proyecto Phoenix en el Laboratorio Jet Propulsion de Pasadena, desde donde se controla la misión. "Ni en sueños lo hubiera imaginado tan perfecto como salió", agregó.

La Phoenix culmina así la primera parte de su apuesta y un largo vuelo interplanetario de 680 millones de kilómetros desde su lanzamiento, en agosto de 2007. El proyecto tiene un coste de 420 millones de dólares y supone la primera incursión de un robot en territorio polar de Marte. El planeta es hoy un desierto helado con temperaturas que van de menos 73ºC a menos 33 grados Celsius. La región polar está sujeta a cambios de estación como la Tierra y los científicos buscan algún punto en el que la zona se caliente y cambie a un suelo rico en agua con minerales que permitirían la vida.

Una cucharada

"Nuestra meta es tomar una cucharada colmada de ese suelo helado" en busca de esos posibles indicios, explicó uno de los científicos de la Universidad de Arizona. El brazo articulado de la sonda puede penetrar un metro bajo el subsuelo en busca de este hielo, y calentar las muestras para detectar carbón y moléculas de hidrógeno esenciales para la vida. "Toda nuestra misión es cavar", dijo Peter Smith antes del aterrizaje. "Creemos que la materia orgánica tiene que haber existido al menos en una época", producto de meteoritos y otros impactos, añadió. La presencia de agua líquida y materia orgánica significaría que fue una zona habitable", explicó.

La NASA tiene también en suelo marciano a los robots Spirit y Opportunity, que se posaron en enero de 2004 y desde entonces exploran otras regiones del planeta rojo. La misión Phoenix ha contado con la participación de la Agencia Espacial Europea (ESA) gracias a la ayuda de su sonda orbitadora Mars Express y de la antena de espacio profundo desplegada en 2005 en Cebreros (Ávila). La antena abulense ha colaborado en tareas de localización de la Phoenix durante su aproximación a Marte.


Comentarios
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  • Maravilloso el poder contemplar imágenes de otro planeta. Espero que sepamos respetarlo.Quiero ver más

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