Guinda infantil en la semana gastronómica

Víctor Pascual Miranda explica a los pequeños la elaboración del merengue en los locales de la Sociedad Peñaguda. MONTXO A.G.

A POYO institucional. Este es el único ingrediente que faltaría para que la semana gastronómica de la Sociedad Peñaguda de Estella no se limite a una iniciativa encuadrada en su 50 aniversario. El resto de condimentos de este "guiso" quedan garantizados. "Tenemos la mano de obra, los socios, tenemos el local, nuestra sede y los dos organizadores", apuntó Gotzón Nafarrate Arbizu, del comité formado para el programa de las bodas de oro.

"Y además, ha suscitado mucho interés entre la gente. Hemos contado con una media de treinta asistentes cada día".

La semana se ha jalonado con catas de queso Idiazábal y cava, cursos de pintxos para bares, de salsas para pescados y carnes, charla sobre el espárrago y como colofón, para hoy, un concurso y degustación de pimientos del piquillo rellenos. Sin olvidar el apartado infantil, con una elaboración de queso y ayer, como guinda, una sesión de repostería. El pastelero del establecimiento Ángela, Víctor Pascual Miranda, se encargó de impartir la clase en la que se elaboró merengue, crema pastelera y chocolate. "Los pequeños son muy receptivos y, además, muchos de ellos aseguran que ayudan en casa", dijo.

Maitane Otamendi Martínez, de 5 años, y Amaia Jordana Urriza, de 7, aunque no tenían muy claro su contribución a la gastronomía casera no titubearon a la pregunta de cuál era su plato favorito. "La sopa", dijeron. Un diploma, el delantal y un gorro de cocinero acreditó su participación en el curso.

Peñaguda encomendó la organización de su semana a Peio García Amiano, del Camping Lizarra, y el gastrónomo Iñaki Vergara Arrondo. Ambos se han encargado durante 20 años de una iniciativa similar en el barrio donostiarra de Itxaurrondo, con clases magistrales de Arzak o Subijana, entre otros. "Pero la falta de ayuda oficial nos hizo renunciar. Y nos hemos venido a Estella", decían ayer. "Aquí la gente ha estado muy receptiva, además en un ambiente muy majo y con gran interés de los participantes". Reflejo de la calidad gastronómica de una ciudad que, añadieron, está en auge culinario.