Según Obras Públicas, los 277 km de la autovía que unirán Pamplona con Huesca y Lérida podrían estar listos en 5 años
En dos meses estarán listos cinco nuevos kilómetros de la Autovía del Pirineo en Navarra. Con cuatro meses de retraso sobre los plazos iniciales previstos debido a la aparición de un yacimiento arqueológico que hubo que desenterrar, será en junio cuando se abra al tráfico el tramo comprendido entre Monreal e Idocin, cuyas obras dieron comienzo en la primavera de 2007.
La Autovía A-21 unirá con sus 277 km Pamplona con Sangüesa, Jaca, Huesca y Lérida. Las competencias de construcción de los 45,7 km de trazado navarro corresponden al Gobierno foral, y el resto al Ejecutivo central. Según fuentes del Gobierno de Navarra, la autovía podría estar lista en 5 años.
Tras inaugurarse en abril de 2006 el primer tramo navarro, hasta Monreal (9,5 km), ahora las obras se centran en los dos siguientes, entre esta localidad y la Venta de Judas (Lumbier). El primero de ellos fue subdividido para la adjudicación de las obras en dos subtramos: el comprendido entre Monreal e Idocin (4,9 km), que es el que se encuentra más avanzado; y el ubicado entre Idocin e Izco (7,2 km), que estará listo para el otoño.
Según explican desde Obras Públicas, el tramo entre Monreal e Idocin debía estar ya en funcionamiento, pero el hallazgo de más de 300 tumbas medievales en el paraje de Arizkoa obligó a detener los trabajos cuatro meses (entre junio y septiembre de 2007) para la excavación, catalogación y retirada de los restos. Así, hubo que ampliar el plazo final de las obras con la empresa adjudicataria de marzo a junio de este año.
En el segundo subtramo (Idocin-Izco), el hallazgo de 160 depósitos prehistóricos en el Montico, en las cercanías del bosquecillo de Sengáriz (Ibargoiti), también retrasó las obras, que debían concluir en junio. Ahora, Obras Públicas se marca como objetivo abrir este subtramo en otoño, aunque una primera parte (hasta el Señorío de Lecáun) podría entrar en funcionamiento en julio.
Las obras del tramo 3 de la autovía, entre Izco y la Venta de Judas (7,8 km), está en la fase de estudios geológicos y geotécnicos. Discurrirá por la ladera enfrentada a la actual N-240 en el alto de Loiti, al otro lado del barranco de Arana, y donde deberá realizarse un importante trabajo de terraplenes y desmontes. La pendiente de descenso máxima será del 5%. Asimismo, se remodelará el actual cruce de la Venta de Judas.
Hasta la frontera
Los dos últimos tramos navarros, entre la Venta de Judas y la frontera con Aragón, podrían estar en fase de inicio de obras, según Obras Públicas, en el primer trimestre de 2009. Suman 16,3 kilómetros.
El tramo 4 (Venta de Judas-Yesa), que concluirá en torno al actual acceso desde la N-240 al monasterio de Leyre, se haya en fase de estudios previos y a falta de concretarse el trazado a su paso por Liédena. Deberá hacerlo entre el casco urbano y la cantera de la localidad, que distan apenas un kilómetro, y cruzando el río Irati.
El tramo 5, hasta la frontera, tiene el proyecto de construcción redactado y se someterá en mayo a información pública con bienes y derechos afectados. La autovía saldrá de Navarra a medio camino entre el embalse de Yesa y el monasterio de Leyre, previendo el recrecimiento del embalse.
Estos dos tramos se financiarán mediante el denominado peaje en la sombra. El Gobierno pagará su construcción a lo largo de 25 o 30 años a la empresa adjudicataria según el número de coches que circulen al año por la vía. Deberán adjudicarse los dos tramos a la misma empresa, que redactará además el proyecto del primero y asumirá la conservación de todo el trazado navarro.
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