Antonio Azcona, ex capellán de la cárcel de Pamplona, agradeció al Gobierno la concesión del galardón asegurando que "todos navegamos en el mismo barco y en la misma dirección, el amor a Navarra". Agradeció también la oportunidad de haber ejercido durante tantos años como capellán del centro penitenciario de Pamplona, que consideró como "un ejemplo modélico en todos los aspectos, entre los que cabe destacar el trato discreto y personal con la dirección del centro, los funcionarios que funcionan, el voluntariado, los talleres de ocio, culturales, religiosos, lúdicos...". Todo ello, añadió, "contribuye a que el centro de Pamplona sea un oasis de relaciones entre internos y profesionales". Recordó que, quienes la conocen o han pasado por ella, hablan de la cárcel de Pamplona como "un colegio gratuito y muy bien organizado". Por eso, ironizó, "nada extrañe que los presos no quieran marcharse de esta cárcel".
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