Natalia ya no es la niña de 18 años que debutó en "Operación Triunfo". De eso hace ya casi siete años y en ese tiempo no ha parado. Ayer consiguió llenar la plaza del Centro Itaroa, en Huarte, en el concierto de presentación de su último disco.
Llegó a Pamplona acompañada de su hermano y justo antes de actuar , casi a la vez que calentaba su voz, Natalia Rodríguez Gallego (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, 1982) tuvo tiempo para hablar de su nuevo disco titulado Radikal y de lo mucho que disfruta haciendo lo que hace. Actuó ante un público que mezclaba quinceañeros que coreaban sus letras, padres con niños y sorprendidos compradores. Llenaron la plaza del Centro Comercial de Itaroa desde las doce del mediodía.
¿Tan "Radikal" es el cambio que da en este disco?
Sí, precisamente por eso lo hemos llamado así. No tiene nada que ver con los cuatro anteriores. Es un álbum más rockero y más cañero.
Y mucho más personal, ¿no?
Sí, sobre todo eso. La mayoría de las canciones las he escrito yo y es tan personal porque me he basado en experiencias personales. Mis letras hablan del primer amor, de un desengaño amoroso de esos en los que tu pareja te pide un poco de tiempo y no la vuelves a ver... La gente se siente muy identificada porque estas cosas nos han pasado a todos. Muchas de las personas que han escuchado mi disco me han dicho: "por fin me siento identificado con tus letras".
¿Así que podremos conocer un poquito más de Natalia a través de su música?
En este disco, de alguna manera, he descubierto un poco mi alma. No he escrito inventándome historias, preocupándome sólo de que rimara una cosa con otra. No, aquí hablo sobre mi vida personal, cosas reales. Habrá gente que lo escuche y piense: "Mira ésta...".
Pero no es la primera vez que escribe canciones personales
Sí, en los discos anteriores puse la letra a alguna canción, y sí, hablaban sobre los fans, o sobre mis padres, pero este disco es diferente, desde el principio quise que fuera más personal. He huido, de alguna forma, de la música comercial, de la típica de discoteca hecha para que todo el mundo baile. De eso también hay pero buscaba especialmente que la gente descubra que compongo canciones que van sobre mi vida. Es mi forma de regalar a mis fans un poquito de mí.
¿Se notan las tablas de llevar cinco giras a sus espaldas?
Muchísimo. Desde que salí de la academia de Operación Triunfo he sido de las pocas que no ha parado. No he tenido ni un verano libre, en todos he estado de gira y eso te da tablas y mucha seguridad, aunque siempre me pongo nerviosa antes de actuar, eh? A mí el gusanillo no se me quita nunca.
Pues cualquiera lo diría viéndole encima del escenario...
(Risas) Porque disfruto mucho haciendo lo que hago y aunque el escenario me da mucho respeto una vez que subo ya me encuentro en mi salsa. Y además, después ves todas esas caritas cantando tus canciones y gritando tu nombre y eso... eso no tiene precio.
El otro día actuó aquí Soraya y comentó que echaba mucho de menos la academia de Operación Triunfo. ¿Le pasa lo mismo?
No, yo no la echo de menos porque salí de allí hace casi siete años y si todavía la extrañara... Hombre, cuando la ves en la televisión con las nuevas ediciones y ves a los chicos, dices: ¡ay dios mío cuántos recuerdos! Y recuerdas muchas cosas... Pero como para echarla de menos, no.
Igual es que no le ha dado tiempo a extrañarla con todas las cosas que ha hecho desde entonces.
Justo hace poco me puse a pensar en esto. Me di cuenta de que llevaba siete años sin pararme a pensar qué había sido de mi vida. Me metí en el ordenador y vi todas las cosas que había hecho, los vídeos que había grabado y me di cuenta de todo lo que había vivido y pensé: ¡Dios mío, me estoy haciendo mayor, ya tengo 25 años!
Alguno se ofenderá escuchando esto...
(Risas) No, lo digo porque me da la sensación de que ha pasado todo muy deprisa, demasiado. Hay muchas cosas que he hecho, que leo en el ordenador y que casi no me acuerdo, que no me ha dado tiempo a disfrutarlas, muchos momentos que no he apreciado. Y eso es una pena.
¿Qué quería ser de mayor?
Cantante, siempre cantante
Pero se matriculó en periodismo
Sí, y no llegué a ir ningún día a la universidad porque entré en Operación Triunfo. Yo quería ser periodista porque era lo más cercano a este mundillo que era lo que a mí me gustaba, quería ser cantante. Yo era una chica de pueblo allí en Cádiz y pensaba: me hago periodista, me meto por ahí y me pongo a cantar... Es que yo era muy inocente, mucho y lo único que quería era ser cantante y cantar y cantar.
Aunque también tocó un poquito el mundo de los medios de comunicación, presentando durante mucho tiempo un programa de niños
Sí, y me encantaba hacerlo. El programa Megatrix me dio muchas tablas a la hora de hablar, de comunicarme, de mirar a cámara. Incluso para cantar me ha servido muchísimo. Eso y las galas que he presentado me han aportado mucha soltura.
Supongo que con las tablas se va perdiendo la inocencia de la que hablaba antes
Sí, y a mí me ha ayudado mucho el viajar siempre con mi hermano. Eso da mucha seguridad y sobre todo mucha tranquilidad, porque puedo despreocuparme de muchas cosas de las que se encarga él. Tengo la suerte de tener a mi lado una persona de confianza que sabes que no se va aprovechar de ti.
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