El tenor siciliano debutó en 1946 y sus primeros problemas de voz dieron pie al debut de Pavarotti
El tenor italiano Giuseppe Di Stefano, considerado una de las grandes voces del siglo XX, murió ayer a los 86 años en su casa ubicada en las cercanías de Milán, confirmó su esposa a dpa. "Tenía su mano en mi mano, y en algún momento sencillamente dejó de respirar, no sufrió", relató su esposa alemana Monika Curth.
Tras retirarse de los escenarios a mediados de la década de los 80, el cantante pasaba varios meses al año en su casa en Kenia, donde a fines de 2004 fue atracado y gravemente herido. Nunca se recuperó de las lesiones.
En las dos primeras ediciones del concurso de canto Julián Gayarre, celebradas en 1986 y 1988, Giuseppe Di Stefano presidió el jurado en las reuniones a las que no asistía Josep Carreras.
En una entrevista realizada en Pamplona en 1988, el tenor siciliano, aseguraba que no le gustaba su propia tesitura: "La voz de tenor no me gusta por los agudos, a pesar de que he cantado todos los agudos que hoy no ya no se cantan. Me ha gustado siempre la naturalidad, la manera de decir las cosas, no de cantar, para llegar a transmitir una emoción".
Di Stefano se hizo conocido principalmente por sus frecuentes actuaciones junto a la diva María Callas. Por eso, entre sus fans era conocido como "el tenor de la Callas".
El ministro italiano de Cultura, Francesco Rutelli, alabó este lunes a Di Stefano como un "tenor de voz incomparable" y "ejemplo de excelencia cultural".
Hijo de un policía y de una modista, había nacido el 24 de julio de 1921 en Catania, Sicilia, y creció en Milán. Asistió a una escuela de jesuitas y luego se dedicó al estudio del canto.
Su debut se produjo en 1946 en Reggio Emilia en el rol de Des Grieux en Manon de Jules Massenet. Solamente un año después se presentaba en el mismo papel, pero en la Scala de Milán. "Otro "grande" de la familia de la Scala ingresa a la historia de la ópera", señaló en una primera reacción el teatro. Siguieron años en la Metropolitan Opera en Nueva York como el duque de Mantua en Rigoletto de Verdi y como Mario Cavaradossi en Tosca de Puccini en el Covent Garden de Londres.
El mejor pagado
En los años 50 y 60 fue considerado el ídolo lírico mejor pagado del mundo, aunque Mario del Monaco, seis años mayor, a veces contaba con más preferencias por parte de la crítica y del público. Los primeros problemas con su voz surgieron en 1963, durante la presentación de La Boheme de Puccini en el Covent Garden. Di Stefano debió ser reemplazado al año siguiente por un joven colega: era el inicio de la carrera del tenor estrella Luciano Pavarotti.
Los críticos acusaron a Di Stefano de haber forzado excesivamente su voz, lo que éste siempre desmintió en forma vehemente. Varios intentos por concretar su retorno artístico fracasaron, por lo que a fines de los 80 se despidió de los escenarios.
Di Stefano fue asaltado hace unos tres años en su vivienda en la costa keniata, al sur de Mombasa. Los agresores lo atacaron y quedó herido de tal gravedad que luego entró en coma. Por orden de su esposa, fue trasladado en un avión ambulancia a Italia. "Desde entonces ya prácticamente no podía hacer nada solo", contó su mujer.
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