"El sacrificio del ciclismo me engancha"

Javier Etxarri, con el maillot del equipo Grupo Nicolás Mateos-Murcia, que a partir de ahora se llama Contenpolis-Murcia. ZABAL

Javier Etxarri tiene una filosofía en la vida. El trabajo es la llave que antes o después abre todas las puertas. Todo es cuestión de esfuerzo y paciencia. Etxarri es como una esponja, aprende de todo y de todos. Siempre con humildad, siempre con buena cara.

El año pasado se estrenó como profesional, ¿qué experiencia sacó?

Pues fue ilusionante por el debut, pero también vi que en esta categoría hay que sufrir mucho.

¿Aprendió a sufrir?

Básicamente sí. Aprendí a sufrir y a trabajar día a día, que es la clave de todo.

¿Lo pasó mal?

Mal, mal, no. Quizá a partir de junio me sobró alguna carrera pero no fue un sufrimiento inaguantable. Tampoco tuve dudas sobre si el ciclismo es lo mío o no, pero sí que ves que cuando no estás del todo bien se sufre mucho.

¿Cómo se asume mentalmente llegar a una categoría nueva y ser el último mono?

No sé, en aficionados creo que psicológicamente lo pasé peor en las épocas que las cosas no me iban muy bien. En profesionales me lo tomo con alegría, soy optimista por naturaleza. Si te sale un día malo no hay que ponerse en lo peor.

Los debutantes no suelen ganar el primer año, ni el segundo. ¿Se disfruta de las pequeñas cosas?

Claro. En aficionados, por ejemplo, siempre estás en la lucha por ganar carreras, te acostumbras. Aquí, el mero hecho de verte un día adelante, disputando lo que sea ya te hace sentirte bien. Yo por ejemplo me vi adelante en algunos puertos de Mallorca, y eso te hace ver las cosas de otra manera.

Después de un año en la élite, ¿qué nota que le falta?

Mucha base, aprender mucho y coger fuerza. No tengo la palanca de otros, soy un poco tirillas y tengo que conseguir tener más fuerza en las piernas.

Usted siempre ha tenido cartel de buen ciclista. Arrasaba en juveniles, era un buen aficionado... llegar a profesionales y verse que a día de hoy no es nada, ¿qué sensación le deja?

Estoy supertranquilo, no me presiono nada porque sé que soy constante en el trabajo y en el ciclismo aplico la misma filosofía que en los estudios. La vida no es tanto de los genios, sino de la gente constante. Yo tengo fe en mi trabajo, y sé que los resultados llegarán algún día. Las cosas siempre salen antes o después.

Hay mucha gente joven que ve en el deporte profesional una salida casi exclusiva para sus vidas. Usted ha seguido estudiando, y es ciclista profesional. ¿Son compatibles las dos cosas?

Cada uno puede hacer lo que quiera. Yo tengo muy claro que las cosas me pueden ir bien hoy en el ciclismo, pero como baje un poco el pistón estoy en la calle. Y luego tengo muy claro que la vida no se termina a los 30 años. Llegar a esa edad y no tener nada, estar sin trabajar no debe ser fácil.

Usted es un tipo metódico. ¿Qué plan de vida deportiva se ha hecho en la cabeza?

Este año me gustaría tener la opción de estar en disposición de disputar alguna carrera, el que viene estaría bien hacer algún puestillo para que vean que se puede apostar bien.

El ciclismo no atraviesa sus mejores momentos, ¿cómo lo ve un recién llegado?

Yo mantengo la ilusión y todo esto que está pasando ni me la mata, ni la va a matar . El ciclismo me engancha por el sacrificio y un día bueno compensa todo esto.