Adriana Rodríguez Antón aterrizó en el aeropuerto de Pamplona el lunes a las diez y media de la noche. Regresaba a casa después de pasar una semana en París. No tenía ropa blanca.
Este martes, Adriana había quedado por la mañana en el centro comercial la Morea con su amiga Lucía para comprar ropa de San Fermín. Para la hora de comer, las colas de algunas tiendas eran considerables. A escasas horas de dar comienzo a las fiestas, algunas tiendas se habían encontrado con un aumento considerable de la demanda y tuvieron que hacer un esfuerzo para reponer a tiempo. Debido a eso, los encargados y encargadas de los distintos establecimientos se movían en todas las direcciones atendiendo a algunos clientes que no encontraban ropa de su talla. Adriana terminó decantándose por un pantalón corto que, a pesar de que no fue su primera opción, no estaba mal. Tuvo suerte con la talla. Le costó un poco más de 20 euros. Lucía compró dos camisetas básicas blancas “2XL” para sus hermanos porque no había más. Ambas por cinco euros. Antes de irse, terminó comprándose dos tops; uno blanco y otro rojo. 9,99 y 7,99 euros respectivamente. De su talla. Con bolsas en cada mano, ambas volvieron a casa satisfechas.
Eran las once y media de la mañana del 5 de julio y, como le pasaba a Adriana, Álvaro no tenía pantalones cortos blancos. Se encontraba en un supermercado bastante alejado de su casa porque había oído que ahí se vendía ropa blanca a buen precio. Pantalones de las tallas que sobraban se encontraban expuestos delante de la sección de higiene personal, justo en frente de los geles y de la parafarmacia. Se trataba de la víspera de San Fermín y, después de una semana de personas rebuscando en busca de su talla, no quedaban muchos disponibles. Tras darle la vuelta muchas etiquetas, Álvaro acabó comprándose unos pantalones largos talla 42 que, lejos de importarle que fueran de mujer, planeaba recortarlos según llegase a casa. Le costaron catorce euros.
Este martes al mediodía, cerca de la Plaza Consistorial, una boina roja impoluta cubría del sol la cabeza de un niño sentado en una silleta. Al rato, la que parecía su madre salía de una tienda con otro niño pequeño en un brazo y otra boina roja impecable en otro. En el escaparate aparecía el precio. Boinas lisas sin bordar: 19 euros. Con distintos bordados: 12 euros. Tras él se encontraba María, ordenando productos expuestos en su tienda del Casco Antiguo. Según dijo, estos dos últimos días habían sido un no parar. “La gente se prueba la ropa de los Sanfermines de hace tres años y se lleva alguna sorpresa”, constató entre risas. No era su primer año trabajando en San Fermín y, aunque estos dos últimos días habían supuesto para ella más esfuerzo, tampoco discernían mucho de los vividos hace ya tres años. “Veo a la gente más animada, eso sí”,admitió.
Eran las 12:45 de la tarde del martes y Miguel estaba merodeando entre los puestos de la Taconera, cerca de la iglesia de San Lorenzo. Mercedes, la propietaria de uno de los puestos admitía tener la confianza puesta en las ventas que tuviera durante las fiestas ya que durante estos días previos tampoco había visto un aumento considerable en las ventas con respecto a otros años. Miguel empleó la mañana para buscar una riñonera a buen precio. Le robaron el móvil durante las fiestas de 2018 y no quería repetir el disgusto. Terminó por comprarse una riñonera de color blanco y negro por cinco euros. Tras su compra se alejó entre una multitud que, a partir de mañana, vestiría de dos colores.
POR DENTRO
Pantalones
Algunos supermercados ofrecen pantalones blancos largos por menos de quince euros. Aparte de estas ofertas de marca blanca, algunas tiendas de ropa venden pantalones blancos a un precio más o menos similar
Camisetas
Como con los pantalones, hay camisetas blancas básicas de marca blanca que no llegan a los cuatro euros. Por otro lado, algunas tiendas de ropa tienen ofertas de camisetas básicas por menos de tres euros.
Pañuelos y fajas
En tiendas del Casco Antiguo se pueden encontrar pañuelos y fajas de buena calidad por seis euros
Zapatillas
Algunos supermercados tienen una oferta de zapatillas deportivas por menos de once euros. Las tallas pueden abarcar de la 26 a la 45.