Baile de la Alpargata
Tras el rastro de 'Fiesta'
Jorge Artaza, natural de Argentina, soñaba con San Fermín desde que con 13 años leyó la popular novela de Hemingway

Publicado el 09/07/2022 a las 06:00
Desde que a los 13 años el argentino Jorge Artaza leyó ‘Fiesta’ (The Sun Also Rises), de Ernest Hemingway, había soñado con recorrer Pamplona un 7 de julio. Con zambullirse en la fiesta como hizo él. Un sueño que fue ganando en intensidad conforme fueron pasando primero los años y luego las décadas. Su mayor aspiración era poder compartirlo con su familia que con el tiempo y tras emigrar a Estados Unidos fue echándose nacionalidades a la espalda: primero la cubana, después la estadounidense y más tarde la ecuatoriana.
Jorge nunca cejó en su empeñó de viajar a Pamplona. Quería comprobar que a aquella ‘Fiesta’ que había descubierto gracias a Hemingway con 13 años, no le había salido, pese a sus más de 90 años de vida, arruga alguna y seguía tan viva como el primer día. El viernes, su pareja, la cubana Laura Molina, inmortalizaba el esperado encuentro de Jorge con sus soñados Sanfermines en una suerte de hedonismo casi insconsciente.
Desde uno de los balcones del Nuevo Casino, en pleno Baile de la Alpargata y a escasos metros del hotel en el que la fiesta de Hemingway fue sumando más y más caracteres, esta multicultural familia relataba ayer con auténtica devoción una experiencia que, aseguran, está siendo “única”, “espectacular”. “¡Es que nos está gustando todo! La gente, la comida... ¡Y hasta los olores extraños!”, exclama Ludmila, una de las tres hijas de Jorge que le acompaña estos días en Pamplona. Que el viaje de los Artaza a Pamplona se haya hecho realidad precisamente este año, tras los dos de parón obligado por la pandemia de la covid lo hace aún más especial. El ‘culpable’ en buena medida ha sido el traslado a Holanda de Ludmila y su novio, el ecuatoriano Miguel López. “No había un mejor pretexto porque este verano iban a venir a visitarnos”. Fue así como se fue gestando a fuego lento, como las buenas historias, el esperado viaje que empezó el miércoles cuando la locura ya se había desatado en las calles de Pamplona.
Como le ocurrió a Hemingway la primera vez q ue visitó Pamplona, Jorge siente haberse enamorado por completo de estas fiestas. Yes que aunque haya quien todavía hoy piense que los Sanfermines de Hemingway son algo tópicos, lo cierto es que esa sigue siendo la ‘versión’ de muchos de los extranjero que visitan estos días la ciudad. La misma que relatan cuando describen con el calificativo de “exóticos” los encierros, las jotas y hasta el Riau-Riau que también sigue sonando y mucho entre los foráneos.
Los Artaza se quedarán en Pamplona hasta el domingo. Ayer pudieron disfrutar de su primer encierro desde un balcón situado justo en la Plaza del Ayuntamiento. Sus planes para estos días son “dejarse sorprender” por la ciudad y por sus gentes. “Sabemos que hay muchas actividades programadas estos días, pero lo que nos gusta es caminar y ver a la gente y sus reacciones ante un disfrute único”.
En el viaje también les acompaña uno de los sobrinos de Ludmila, Jeremy Bertoniere. “Es el primer nieto varón de Jorge lo que hace que esté aún más feliz”, confía Ludmila. Aunque llevaba toda una vida imaginando cómo sería correr delante de los toros, a Jorge le han bastado unas horas en Pamplona para darse cuenta de que esa carrera no es para él. Quizá tenga pronto relevo. “Jeremy quiere correr. Aún no tiene pensado en qué tramo ni nada, pero creemos que será hoy”..
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