"Los zagales no tienen dónde vivir y con la Ley de la Vivienda, los propietarios prefieren cortarse una mano que alquilarles el piso"
Así que Sánchez, además de dar la tabarra, va a darle al votante una casa que viene con eco del apartamento en Torrevieja del ‘Un, dos, tres’. Dijeron que los jóvenes no querían casas, que no querían coches, que no querían botas de vino de Las Tres ZZZ de Pamplona y que solo querían terabites para almacenar bajo el desierto de Nevada selfies en los que sonreían en el Paseo Marítimo de Salou. Dijeron que lo mejor era estar solamente en posesión de la verdad y ahora nos podemos pagar el alquiler de la caseta del perro. Queremos casas nuestras, casas protegidas, de sólidos muros y las queremos desde que vivíamos en las cavernas y pintábamos en las paredes los toros de Miguel Reta. Mi hijo Javier, niño rupestre, ha pintado todas las paredes de la nuestra con trazos de rotulador colorado como de Casta Navarra o de la ganadería nueva de Josemari Goñi de Falces que iremos a correr por la Virgen de Nieva. Javier ha pintado el sofá y la tele y el armario y el suelo y los radiadores y la escalera, y cualquier día te pinta el cartel de la Feria del Toro para la Casa de Misericordia. La vida va de tener una casa para que la pinte tu hijo de tres años y un coche para que vayas a limpiarlo y encuentres los palos de los chupachuses, galletas a medio roer, un zapatito que ya no le entra, un moco, un chicle y, cualquier día, levantas las alfombrillas y sale la mano de Irulegui. Los zagales no tienen dónde vivir y con la Ley de la Vivienda, los propietarios prefieren cortarse una mano que alquilarles el piso de Iturrama sin subidas de precio, pagando la inmobiliaria y a merced de un impago del alquiler con el que pagan el internado del nieto. El tope a los precios ya redujo a la mitad los pisos de alquiler en Barcelona, subió un 22% los precios y las familias pasaron de dedicar a pagar la casa un 36% a dedicar un 52% del sueldo, pero todo precio es poco con tal de demonizar al cochino propietario. Ahora les prometen los pisos del banco malo. Si tuviera pisos en zonas con alquiler alto, se llamaría el banco bueno.