“ITV: la cuestión es sacudir el bolsillo de los navarros”
Pues será así, que las tarifas de la ITV llevaban una década sin actualizarse. Y que son muy inferiores a las de otras comunidades. Pero también es cierto que acabamos de aterrizar en la cuesta de enero, con una nueva ola pandémica despegando, la luz por las nubes y las nuevas tarifas de las ITV desbocadas. Porque no es que se haya subido el IPC anual de rigor: los coches diésel van a pagar desde hoy mismo un 35% más (de 33,5 euros a 45,2) y los de gasolina, un 22% más (de 33,5 euros a 41). Por no hablar de los camiones pequeños y mayores. Y por la ITV pasa todo quisqui, sobre todo quienes no tienen para cambiar de coche cada cuatro años. El vicepresidente Remírez alude a que tenemos que igualarnos con otras autonomías limítrofes. Pero no aplica esta misma fórmula cuando nos suben los impuestos muy por encima de lo que pagan los ciudadanos de esas mismas comunidades. Qué casualidad que siempre nos igualamos por arriba. La cuestión es sacudir los bolsillos de los navarros.
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