Papeles para todos

Pablo Casado ha constatado acerca de la crisis migratoria que “no hay papeles para todos”. Casado conseguirá que esté mal visto sonreír. A España se le ha erizado la nuca con la frase y la izquierda ha querido escuchar en ella el tintín de las cadenas del fantasma de la ultraderecha. Gran parte del país se ha levantado en armas con este asunto como si hubiera papeles para todo el mundo y resulta obvio que no hay papeles para todos porque si los hubiera, ya se los habríamos dado. Alrededor del