Opinión
OPINIÓN
Gracias
Actualizada 03/10/2017 a las 13:02
Al principio, casi no podía ni respirar. Me pasó lo mismo el día de mi boda. Cuando llegué al altar del brazo de mi padre, sentía que me ahogaba. Por los nervios o por lo que me apretaba el vestido con escote palabra de honor. ¡Vete a saber! Y, como digo, la semana pasada me ocurrió lo mismo y en esa ocasión no fue por la indumentaria. Cuando me senté a la mesa para presentar mi primer libro, 'Las reinas del patio. Historias cotidianas de las familias de hoy', pensé que no me iban a sali
Etiquetas
Comentarios
Te recomendamos que antes de comentar, leas las normas de participación de Diario de Navarra