Opinión
Empresas saludables
Director territorial Norte de Fraternidad Muprespa

- JOSÉ IGNACIO DÍAZ
En el siglo XXI ya nadie duda de la importancia y protagonismo que tienen las organizaciones en el cuidado y salud de sus trabajadores. Es evidente que no es posible hablar de eficacia, satisfacción y productividad en la empresa sin hacer referencia a los individuos que la constituyen y a cómo se relacionan entre ellos hacia un fin común.
El derecho a la seguridad y salud en el trabajo está consagrado en el art. 40.2 de nuestra Carta Magna, lo que da a entender la importancia del mismo, siendo los poderes públicos garantes de su cumplimiento. Dicho derecho de los trabajadores a la seguridad y salud tiene un correlativo en la obligación del empresario de velar por el cumplimiento del mismo.
En el periodo de enero a septiembre de 2015 se produjeron en Navarra 5.655 accidentes de trabajo con baja, lo que supone un repunte del 5% respecto al mismo periodo del año anterior, según fuentes del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN). Sin entrar en valorar los motivos de este incremento, está claro que una sociedad moderna y evolucionada, comprometida con los valores sociales y las personas, no puede permitirse semejantes cifras.
Para ello, debemos implantar un modelo de gestión de la siniestralidad renovado y que se adapte a las exigentes necesidades empresariales actuales en materia de responsabilidad social y sostenibilidad.
Es un reto importante y necesario para las empresas, porque una empresa saludable es bastante más que una empresa sin accidentes; alberga a empleados concienciados, motivados, eficientes y todo ello revierte en una mejora en la competitividad y rentabilidad de la empresa, tanto en factores económicos como humanos.
Fraternidad Muprespa, como mutua colaboradora con la seguridad social, promueve en las empresas asociadas el concepto de Salud y de Empresa Saludable con objeto de que éstas desarrollen las actuaciones necesarias para mejorar la salud de los trabajadores, gestionando tanto los factores de riesgo causantes de la siniestralidad laboral como el impulso de hábitos saludables de los trabajadores.
De ahí la importancia de concienciar a las empresas sobre la necesidad de dar un salto cualitativo en prevención y así lograr la excelencia. Debemos pasar de intentar evitar que ocurran accidentes a promover que los empleados hagan ejercicio, coman sano y puedan trabajar en un entorno motivador. El cambio de la connotación negativa por la positiva es fundamental.
El éxito empresarial ya no reside únicamente en el factor económico, sino que cada vez cobra mayor protagonismo el factor humano, lo que implica la responsabilidad empresarial en la creación de un buen clima laboral y la contribución en la mejora de la calidad de vida de las personas, en promover unos hábitos saludables en nutrición y también en fomentar el ejercicio físico.
No queremos finalizar sin animar a los lectores a conocer y participar en una nueva campaña que la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo ha inaugurado este año bajo el lema “Trabajos saludables en cada edad”. Esta iniciativa se orienta a sensibilizar sobre la importancia de la prevención a lo largo de toda la vida laboral, favoreciendo el trabajo sostenible y un envejecimiento saludable.
José Ignacio Díaz Lucas es director territorial Norte de Mutua Fraternidad Muprespa