Diego Garrido Vidal: "En Navarra tenemos buena base no sólo para retener talento sino para captarlo"

En casa del herrero cuchara de palo. Y, actualizando el refranero, en la cuna de la innovación, sin wifi. Así comenzamos esta entrevista en el número 20 de la calle Tajonar, sede de Aditech, la fundación privada desde la que se coordina el Sistema Navarro de I+D+i (SINAI) fomentando la cooperación de una treintena de agentes en sus diferentes etapas, incluida la del personal investigador. Anécdotas a parte, su director general, Diego Garrido Vidal (Logroño, 13 de febrero de 1976), sonríe. Logroñés de nacimiento y navarro de adopción, este doctor en Química es un todoterreno acostumbrado a salir airoso de todas las batallas que le ha tocado librar. Una beca le abrió las puertas del CSIC y otra le trajo de regreso a su Logroño natal. En enero cumplirá su primer año como director general. Un tiempo en el que sin dar golpes fuertes de timón ha logrado imprimir un estilo propio, más funcional y pragmático, a esta fundación privada sin ánimo de lucro en la que ya participaba, aunque con otra responsabilidad, antes de ocupar la dirección. Entró en su patronato en 2015 como representante de The Real Green Food Company (entonces Grupo Riberebro) y ha podido vivir toda su evolución. Tras 18 años de trabajo en el sector agroalimentario, decidió abandonar el mundo de la empresa para asumir nuevos retos profesionales. En enero cumplirá su primer año al frente de Aditech. ¿Qué balance hace de estos meses? Ha sido un año intenso, como son todas las incorporaciones a una organización en este caso ya madura pero en un proceso continuo de evolución dado que la innovación y las políticas de innovación están vivas. Aditech también evoluciona y va siendo flexible y adaptándose para cumplir bien su misión fundamental que es ser transmisor o colaborar con el gobierno en las políticas de ciencia y tecnología y sus cuatro ejes: fomentar la cooperación tecnológica, la excelencia, la internacionalización y la difusión hacia empresa y sociedad. Para cumplir estos cuatro ejes hay que ser flexibles y este año nos hemos ido adaptando reacondicionando iniciativas, planificando nuevas y poniendo el foco en nuestra misión principal desde 2018 como agentes de coordinación del Sistema Navarro de I+D+i Seguro que le siguen preguntando qué es eso de Aditech. Cada vez menos y cada vez menos en Navarra. Las empresas ya conocen qué es. Quizá no en detalle todas las iniciativas, pero su función como coordinador de agentes del Sistema Navarro de I+D+i cada vez es más clara y conocida. Existimos desde 2015 y como agente de coordinación a partir de la ley de ciencia de 2018. Acreditados, desde 2020. El rol de Aditech ha cambiado. Se creó en 2014 para aglutinar centros tecnológicos y organismos de investigación. El comienzo de Aditech es cierto que tuvo otros orígenes, con otra intención más de integración total de estructuras, pero desde 2016 se dirige el rumbo para que sea una entidad que coordine los agentes del sistema navarro dentro de su heterogeneidad. Ese rumbo se materializa en la ley de ciencia de 2018 que define las diferentes figuras de los agentes de este sistema. Figuras que están muy relacionadas con su enfoque hacia la I+D+i. ¿Y cuáles son esas figuras? Aunque parezca obvio se define qué son universidades, qué es un centro de investigación, qué es un centro tecnológico, el instituto de investigación sanitaria, las unidades de innovación empresarial (cuando una empresa conforma una unidad separada de su matriz para desarrollar no sólo trabajos para la matriz sino trabajos de investigación fundamental), las entidades singulares y el agente de coordinación. Se escucha en muchos foros que el sistema navarro de I+D es único en el Estado, pero ¿por qué lo es? Porque todos los agentes que lo conforman, independientemente de su carácter público o privado, se integran con su diversidad permitiendo que cada entidad tenga su personalidad individual. Nuestro trabajo es que todas esas personalidades individuales colaboren y hagamos un fenómeno parecido a la resonancia: cuando las ondas en lugar de ser individuales se juntan y amplían su energía. Que un centro de investigación en medicina personalizada pueda trabajar con otros especializados en robótica o alimentación. Nuestra misión es que este sistema permanezca alineado tanto con la estrategia de especialización inteligente S4 como con el plan de ciencia y tecnología de navarra. El plan 2021-2025 será el primero desarrollado bajo la nueva línea. Con 30 agentes del SINAI y más de 20 empresas en el patronato, ¿cómo se evitan los solapamientos? Piense en un clúster. Su objetivo principal es que las entidades que lo conforman sean complementarias aunque pueda haber dos centros que trabajen en campos similares. Si analizamos la S4 hay varios. Dentro de esa situación, que es lógica y normal, nuestra misión es buscar la complementariedad a través de proyectos colaborativos, una convocatoria del Gobierno de Navarra en la que solo pueden participar los agentes de ejecución de I+D+i . De los 30, los 16 que ejecutan I+D+i. Ttodos menos entidades singulares cuya misión es la difusión, los clústeres, las asociaciones empresariales… Luego está la pata de comunicación. Nos encargamos de comunicar a la sociedad los resultados de estos proyectos a través de radio y televisión, cualquier ciudadano puede conocer el proyecto y cada semana estar al corriente en el espacio SINAI. Procede del mundo de la empresa y la conoce bien, ¿se ha perdido el miedo a compartir proyectos? El mundo de la empresa es otro valle. Nuestra misión aquí es facilitar y fomentar la I+D+i empresarial en colaboración con los centros tecnológicos. Vencer los cuellos de botella que hacen que haya empresas que o no se acerquen o trabajen menos con el sistema navarro de I+D+i. Cuando las empresas se acercan a la I+D y colaboran con un centro tecnológico o diferentes centros se fomenta que haya una colaboración empresarial entre empresas diferentes o del mismo sector. ¿Con qué financiación cuenta Aditech? No tenemos una financiación puramente basal como puede tener una entidad pública porque somos una fundacion privada, pero sí tenemos cierta estabilidad porque los convenios con diferentes direcciones del Gobierno de Navarra se van renovando anualmente y también las convocatorias de proyectos colaborativos. Aditech tiene además otra parte de actividad económica a través de los servicios que presta a algunos de los agente del SINAI y los que están dentro de sus ejes de actuación. ¿Cómo deciden en qué proyectos participan? Cualquier proyecto debe encajar con nuestros ejes de actuación. En los proyectos colaborativos estamos definidos como coordinadores y participamos en los proyectos que son aprobados. La evaluación de los proyectos evidentemente no la hacemos nosotros sino una entidad externa. En los casos en los que entramos en los proyectos aportando nuestro valor hacia la dimensión de género, participamos en los proyectos en los que esté muy bien definida y vemos realmente que vamos a aportarle un valor añadido al proyecto. Es nuestro criterio. En el European Digital Innovation Hub somos coordinadores porque entronca con nuestra misión de coordinadores del sistema navarro de I+D+i y la de difusión y conexión hacia la sociedad. Es un hub que va a dar servicios avanzados de digitalización hacia empresas. Encaja con nuestra actividad. ¿En qué momento se encuentra la I+D en Navarra? En una posición importante dentro del Estado y de la Unión Europea. Tenemos una inversión en porcentaje de PIB de 1,9% cuando la media del Estado es del 1,4%. El objetivo en 2030 es llegar al 3% y el plan de ciencia y tecnología ha fijado un 2,6% para 2025. Si miramos los datos de inversión total en I+D+i por habitante estamos en tercer lugar y si miramos nuestros retornos, financiación europea de diferentes convocatorias que llegan a Navarra dividida por habitante, estaremos en cuarto lugar. Un escenario de recesión no es adecuado para la I+D. ¿Hay riesgo de que se frente la inversión? Siempre que ha habido una crisis y la empresa ha tenido dificultades las inversiones y la I+D se han frenado. Pero la coyuntura ahora es otra. Nos hemos dado cuenta de la importancia de algo tan básico como tener acceso a microchips. Aunque a nivel empresarial la inversión en I+D+i se puede ver resentida, vivimos en un entorno en el que las administraciones tienen herramientas para generar inversiones y visión estratégica. La empresa piensa en plazos más cortos. Tratamos de fomentar que la industria desarrolle un nivel de investigación más estratégica, un poco más alejada de mercado y con una visión a más de 5 años. Habla de una investigación que esté al alcance de todas las empresas. La convocatoria de proyectos estratégicos es un indicador importante. Presentarse a esa convocatoria implica que tienes una visión ya no tan cercana a mercado. En las doce iniciativas que se aprobaron en junio participan 38 empresas. No hay solo grandes corporaciones, también pymes. Pero el grueso del tejido empresarial navarro lo conforman micropymes. Habría que ver esos datos. Los últimos del Instituto de Estadística de Navarra dicen que el 81% de las empresas contaban a 1 de enero con menos de tres puestos de trabajo asalariados. Para la empresa pequeña es muy importante la relación con agentes del SINAI, para que le apoyen y le transfieras la tecnología. Para eso estamos nosotros, para vencer esos posibles cuellos de botella. ¿Como acceder a la financiación? El acceso a la financiación, las subvenciones, no debería ser un problema para una empresa. Quizá para las más pequeñas pueda ser complicado acceder de forma individual a una red europea, pero no si se integran en un clúster. ¿Y dónde está entonces el principal cuello de botella? En la transformación digital. Todas las convocatorias son digitales. Hay que trabajar en desarrollar proyectos que a la pequeña empresa le sirvan para elevar su nivel tecnológico. ¿Hasta cuándo va a seguir la burocracia acompañando a la ciencia? ¿A qué se refiere con burocracia? A todo el papeleo que conlleva a acceder a los programas y redes de los que habla. A nadie le gusta, vamos a llamarlo gestión, administración... pero es necesaria en todos los aspectos. Estamos hablando de dinero público y es muy importante la transparencia y la labor de intervención. La transformacion digital es la herramienta para que esos trámites sean mucho más llevaderos. La labor investigadora no es facil. Sueldos bajos, carreras largas...Con razón muchos se terminan yendo. Navarra es un territorio interesante para invertir, vivir y trabajar en I+D+i. Hay demanda en el propio SINAI y también en la empresa. Eso es la mayor retención de talento que puede haber y lo vamos haciendo. En Navarra tenemos muy buena base no solo para retener talento sino para captarlo, que sería el siguiente paso porque atrayendo talento de fuera retendríamos más el de dentro. Se siguen diseñando programas para atraer talento. ¿No supone eso reconocer que tenemos un problema? Que se apueste por la atracción de talento no significa que tengamos un problema. Estamos atrayendo talento. Yo mismo soy una víctima de la retención de talento. Tenemos que vencer complejos. Como en muchos otros sectores somos potentes en I+D+i. Dentro del Estado ya somos un referente y, a nivel europeo, potentes. La innovación como la tecnología, no es diferenciadora en sí misma. Solo se convierte en ventaja competitiva si se pone al servicio del cliente, de la sociedad. ¿Conoce la sociedad navarra la ciencia que se hace en Navarra? Es nuestra misión. Lo que dicen los estudios que realizamos es que se ha ido incrementando el porcentaje de población que valora el papel de la ciencia. Se considera ya la profesión mejor valorada, por encima de la medicina. Y a niveles de avances, ¿qué es lo que más se valora? Fluctúa mucho dependiendo de las circunstancias. Ahora se hablaría de medicina, de vacunas. Hemos salido de casa y el covid es como un catarro. La labor de la investigacion biomédica se ha elevado. Ahora estamos entrando en un momento de crisis energética. Estamos en un contexto de emergencia climática. Si no se hubiera estado trabajando durante años en energías renovables ahora Navarra no estaría en la situación actual en la que, en promedio, más de un 40-50% de la energía que consumimos es renovables y no estaríamos en un contexto de poder convertirnos en un elemento clave en un futuro valle de producción de hidrógeno verde. En cada momento va a haber diferentes contextos pero la misión del SINAI, la misión de la administración y los agentes del SINAI, es que se mantenga de una forma progresiva ese impulso y esa visión estratégica. El plan de ciencia prevé movilizar 2.800 millones hasta 2025. Visto lo que está pasando con los fondos europeos, ¿no le da un poco miedo que se generen demasiadas expectativas? Habría que analizar bien si los fondos están llegando. Ha habido cierta polémica en la que prefiero no entra, pero están llegando. Con los fondos europeos de Resiliencia MRR hay convocatorias específicas que se están lanzando para la incorporación de personal investigador. Las empresas no dejan de repetir que no llegan. Igual en un momento dado se pudieron generar ciertas expectativas que no se han cumplido. Los PERTE son complejos. Hablamos de macroproyectos. Con los grandes proyectos estructurales más que ir lentos diría que se generó una expectativa en el 2020 de que el dinero iba a llegar de un día para otro. Me tocó vivirlo dentro de la empresa. ¿Qué haría para mejorar el apoyo al emprendedor? Más que la parte de inversión pública, que sería la fácil, hace falta una inversión cultural en educación, en acercamiento a carreras STEM que es una base del emprendimiento de base tecnológica de calidad. Hace falta una mayor transversalidad en la transmisión de conocimientos y extender la educación financiera a toda la sociedad. A parte de conocimientos para aplicar a tu vida cotidiana te permitirían conocer qué es un fondo de inversión y saber a qué fondo de inversión te puedes acercar. Hay fondos de inversión que hacen apuestas de alto riesgo y ya hay asesorías que se dedican solo a la comunicación de la I+D+i. A poner en valor algo incipiente y buscar inversiones. A los que somos de la EGB, ¿nos dijeron alguna vez en qué consistía el IRPF? ¿Nos explicaron qué era el euribor o una hipoteca a tipo variable? En Europa es algo habitual. ¿Hay techo de cristal en la ciencia? La ciencia no es algo que esté separado de la sociedad tiene los mismos condicionamientos, problemas y soluciones que el resto. Le afecta una crisis económica igual que al resto y se han mantenido los mismos techos de cristal. Se sigue observando un sesgo en el acercamiento a las carreras STEM. ¿No es algo biológico? No debería. En las carreras relacionadas con Química, Biología, Medicina o Farmacia había un alto porcentaje de mujeres cuando estudié la carrera hace 20 años. En las carreras industriales ha habido un techo de cristal que se heredaba de asociar la ingeniería mecánica a labores masculinas. Y ese sesgo cultural anterior del que habla, ¿cómo afecta a las carreras nuevas? Ahí entraría el establecimiento de sesgos en edades muy tempranas en cuanto al acercamiento a la ciencia. Por ejemplo, el enfoque en los juegos. Hasta el siglo XIX no empezó la sociedad a tener conciencia feminista y del siglo XVI al XIX fue un momento de involución y patriarcal muy importante que coincide con la evolución científica. Por este hecho histórico, los referentes que hay en la historia de la ciencia son masculinos. No nos acordamos de Ada Lovelace, la hija de Lord Byron, aunque, además de escribir poemas, fue la primera persona que en el siglo XIX desarrolló un algoritmo. Diego Garrido Vidal es un ejecutivo pegado a la recreación histórica y a las artes marciales. Dos aficiones que forman parte de su modo de vida. Le han enseñado la importancia de trabajar en equipo y respetar al adversario. Hace años que recrea junto a su mujer, la profesora y bailarina de danza oriental Inmacula Martínez Díaz, de Elche y conocida artísticamente como Valeria, y su hija Ariadna eventos ocurridos entre los siglos X y XVI como el asedio a Logroño en 1521. Con la ropa y las armaduras de la época. Un atrezo que le ha acompañado en cajas en cada traslado y que desde enero reposa en Bargota, donde han fijado su residencia. Su segunda afición son las artes marciales. Es cinturón negro de Kung-fu. Aunque no compite es su forma diaria de entrenar. Práctica una modalidad conocida como Choy Li Fat, un sistema de autodefensa que contiene una gran variedad de técnicas y no duda en recomendar. A los 18 años a Diego ya le atraía la ciencia, pero también la historia y el periodismo. Eligió estudiar Químicas en la Universidad de La Rioja porque era una carrera muy multidisciplinar pero podía haber optado por cualquier otra. La evolución que terminó siguiendo podía haberla realizando siendo licenciado en químicas, biología, o incluso con una ingeniería agrónoma o industrial. De ahí que le reste importancia al hecho de elegir carrera y asegure que a su hija, Ariadna, de seis años, le aconsejerá que estudie “lo que le guste mucho”, sin pensar demasiado en el terreno profesional. A él pronto le empezó a interesar la biotecnología y el modelado. “Programaba a pelo herramientas a las que hoy se les llama deep learning”. Decidió orientar su trayectoria hacia la I+D+i empresarial y en una época en la que había dificultades para acceder a becas tuvo que elegir entre tres. Antes de terminar de escribir la tesis se había incorporado al departamento de calidad de la cooperativa Eurochamp. De ahí saltó a la dirección industrial. Le tocó coordinar áreas relacionadas con la producción y las inversiones. Tras la alianza de la cooperativa con Riberebro (hoy The Real Green Food) le propusieron crear la dirección de Innovación. Empezó de cero, en crisis (2013) y en pleno cerrojazo de ayudas europeas (había finalizado el Séptimo Programa marco y aún no había comenzado el programa Horizonte 2020). Salió bien. Cuando Eurochamps y Riberebro decidieron separar sus caminos él también cambió su rumbo.

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