Una máquina navarra para trepar al éxito en el sector eólico

Los koalas son mamíferos marsupiales de aspecto simpático y oriundos de Australia que parecen un pequeño oso. Se distinguen por su habilidad para trepar por los árboles utilizando alternativamente piernas y brazos. Con la misma idea, el empresario navarro Emmanuel García de La Peña Razquin (Pamplona, 1964) ya está comercializando un sistema con el que pretende revolucionar el montaje, mantenimiento y desmontaje de molinos eólicos. Con el nombre comercial de Koala Lifter, es capaz de adherirse a la base de la torre del aerogenerador para ir escalando por su fuste y desplegar en lo alto una grúa con la que hacer todo tipo de operaciones. Y cuando las condiciones el viento impiden manejar cargas suspendidas por cables, el Koala Lifter las puede transportar trepando y bajando por la torre, lo que lo hace mucho más versátil que otras soluciones de la competencia. Este ingeniero industrial con una amplia experiencia en los sectores automovilístico y eólico comenzó esta aventura en 2015, un año después de abandonar Gamesa Eólica durante uno de los procesos de reestructuración de personal que esta empresa ha llevado a cabo periódicamente. Con la idea de prescindir del uso de grandes grúas, muy caras en algunos mercados y con importantes limitaciones de uso según la velocidad del viento, diseñó un sistema capaz de trabajar con menores costes y mucho menos personal. “Siempre había tenido el gusanillo de montar algo y pensé que había una gran oportunidad de negocio”, explica. Tras desechar un primer concepto de elevador telescópico al que dedicaron “un par de años”, pusieron todas las fichas en una versión trepadora que reutilizó muchos de los materiales de su antecesor. “Conseguimos financiación en el verano de 2017 y además nos ayudó Sodena con un préstamo participativo”, relata Emmanuel García de La Peña. Esta inyección de capital les permitió terminar el primer prototipo y demostrar que la tecnología de trepado por fricción “era viable”. Con este as en la manga, se presentaron a las ayudas europeas EIC Accelerator, que les proporcionó dos millones de subvención a fondo perdido y otros 4,1 millones en participación de capital por parte de la Comisión Europea. “De este último tramo, dos millones están sujetos a una ronda de financiación posterior en la que estamos ahora mismo inmersos”, afirma. Emmanuel García de La Peña está especialmente orgulloso de que su empresa haya sido elegida para estas ayudas, algo que solo lograron tres más en España y otras cuarenta del resto de Europa de entre “más de 2.000 solicitantes”. Un logro de gran prestigio que sirve también de aval para presentarse ante inversores y clientes. Actualmente trabajan en Koala Lifter veinte personas, una cifra que podría triplicarse en los próximos cuatro años si todo va más o menos como está previsto. ACUERDOS COMERCIALES EN NEGOCIACIÓN Sus oficinas se ubican temporalmente en Mutilva, pero cuentan con una parcela en el polígono de Egüés donde levantarán su nueva sede próximamente. El dinero para edificarla saldrá de la ampliación de capital de dos millones a la que les obligan las ayudas EIC Accelerator y que ahora están cerrando. Allí disponen también del espacio para hacer las pruebas y validaciones del producto, para lo cual fue necesario instalar las bases de dos aerogeneradores que son visibles desde la carretera que conecta Pamplona con Aoiz. “El prototipo del producto final ya está listo y lo estamos enseñando a clientes. Ya tenemos cerrado un acuerdo comercial muy importante, por 44 millones de euros, del que no podemos adelantar detalles por un acuerdo de confidencialidad. Los equipos los entregaremos en agosto del año que viene”, detalla Emmanuel, que tiene el grueso de la propiedad de la empresa, aunque también cuenta con algunas pequeñas participaciones de conocidos y amigos. Koala Lifter mantiene otras negociaciones en diferentes áreas del mundo y esperan “cerrar algún acuerdo más pronto”. Este ingeniero industrial sostiene que el potencial del sistema es “enorme” tanto para los parques en tierra ('onshore') como en el mar ('offshore'). Para el montaje de los molinos más grandes sobre tierra firme, actualmente se necesita movilizar dos grandes grúas y cuadrillas de unos 25 operarios, labores que Koala Lifter es capaz de igualar con solo un operador que puede ser el mismo conductor del vehículo que lo lleva de un lugar a otro. El sistema de la empresa navarra, protegido por cinco patentes de las que cuatro ya están concedidas, se transporta en el remolque de un camión que se aparca junto a la torre del molino. Es el propio remolque el que se encarga de ponerlo verticalmente para que se abrace a la torre y pueda empezar a trabajar. El Koala Lifter puede operar usando la grúa que equipa en su extremo superior o, si las condiciones del viento no lo permiten, haciendo que el propio artefacto lleve la carga adosada en su trepada o descenso. Todo se maneja con un mando a distancia que envía las señales por radio frecuencia. Cuenta con sus propios sistemas a prueba de errores para que evitar equivocaciones del operario o maniobras peligrosas, lo que unido a se prescinde de cables o poleas cerca de personas hace que sea mucho más seguro de manejar. El sistema también resulta “súper prometedor” en los parque eólicos marinos. La mayoría de los molinos 'offshore' se apoyan físicamente en el lecho de aguas poco profundas y su instalación requiere el uso de barcos-grúa especiales. Son buques que despliegan unas patas para asentarse en el fondo y levantar el casco por encima de la superficie para eliminar el bamboleo, pero tienen un coste que supera el medio millón de euros por día. Por contra, el Koala Lifter requiere una simple barcaza equipada con una plataforma compensadora de movimiento. “Las fabrica una empresa en Holanda con la que estamos en conversaciones para establecer un acuerdo estratégico de cara a ofrecer conjuntamente nuestros productos”, señala. Esta forma de operar resulta todavía más ventajosa en el caso de los molinos flotantes, la nueva modalidad 'offshore' para la que hay grandes planes de expansión “a nivel mundial”. “Usan una tecnología parecida a las plataformas pretrolíferas. Están ancladas con cables al fondo y eso les da cierta estabilidad, pero aún así se mueven. Para las reparaciones, actualmente no queda otra que desconectar el aerogenerador de la red, soltar los cables y remolcarlo hasta un puerto. Una vez listo, hay que volver a llevarlo a su posición, unirlo a los cables y volver a conectarlo a la red”, aclara Emmanuel García de La Peña. Este tipo de operaciones llevan un tiempo promedio de 18 días, mientras que el sistema trepante lo reduce a cuatro jornadas. Si se tiene en cuenta que un molino de cuatro megavatios genera el equivalente a 5.000 euros diarios de electricidad, el cliente se acaba ahorrando unos 60.000 euros por máquina, según destaca este empresario. La tecnología de esta compañía navarra es, por tanto, “la única que permite reparar in situ”, lo que proporciona “un nicho de negocio enorme”. COMERCIALIZACIÓN CON SOCIOS La empresa navarra tiene ambiciosos planes para expandir su negocio, para lo que ha diseñado una estrategia que abarca la fabricación y la comercialización. Los diferentes conjuntos que componen el sistema son subcontratados a empresas del metal que hay en Navarra y el País Vasco, donde hay sobrada tradición en este campo y una calidad demostrada. Será en las futuras instalaciones de Egüés donde Koala Lifter ensamblará esos conjuntos y validará las máquinas. El producto no se venderá al cliente, sino que se crearán 'joint ventures' al 50% con empresas locales en cada uno de los mercados. La compañía navarra transferirá la maquinaria y proporcionará el soporte, pero será el socio local el que operará y custodiará el sistema. Este además aportará el conocimiento de las peculiaridades de cada mercado. “Se trata de operadores locales, que podrían ser mantenedores eólicos o, algo que preferimos, gruístas. Ellos van a explotar el equipo y de presentar las ofertas, ya que conocen el mercado local perfectamente y el margen con el que jugar. Lo único que damos es el soporte de que si hay cualquier problema con la máquina”, especifica Emmanuel García de La Peña. Este empresario se reserva mencionar los márgenes que manejan, pero está firmemente convencido de que serán competitivos incluso en los mercados en los que las grúas sean baratas. Los planes pasan por adaptar las tarifas en función de cada país, donde existen grandes variaciones en el coste de las grúas, para situarlas en un nivel atractivo. Al final de cada ejercicio, las dos partes se repartirán los beneficios al 50%. “Si fuéramos nosotros los que fabricamos y explotamos el equipo, eso nos limitaría mucho, pero al apoyarnos en gente experta en cada mercado nos facilita mucho las cosas. Ellos saben de normativa de prevención y están acostumbrados a manejar estos equipos. Y apoyarnos en fabricantes que ya están establecidos nos permite crecer muy rápido”, argumenta. Todo ello les permite tener previsiones de crecimiento “muy grandes”, aunque, por el momento, se han fijado el objetivo de disponer de 31 máquinas funcionando hacia finales de 2026. Para poder trabajar sin limitaciones, el sistema está certificado según los estándares de Estados Unidos y los de la Unión Europea. Con el primero se aseguran el acceso a toda América, de norte a sur, y con el segundo al resto del mundo. “Las adaptaciones a cada región, que suelen ser del tipo de señal de aviso que tiene que estar en un idioma concreto, irán a cargo del socio local, que también domina las peculiaridades, por ejemplo, del tema de transporte especial”, concluye Emmanuel García de La Peña.

Una máquina navarra para trepar al éxito en el sector eólico

Koala Lifter comercializa un sistema patentado para el montaje, desmontaje y mantenimiento de aerogeneradores que puede utilizarse incluso en condiciones meteorológicas adversas y es compatible con los molinos flotantes en el mar

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