"¿Qué está pasando en la banca?"
Por si los sobresaltos de 2022 no habían sido suficientes para el ahorrador e inversor (bajadas superiores al 15% en renta variable y en renta fija), estas primeras semanas han resucitado los temores en los ahorradores sobre la solvencia de la banca. Para intentar entender qué está pasando con la banca hay que exponer dos verdades “incómodas”.
La primera es que los bancos no tienen todo nuestro dinero disponible para que lo retiremos cuando queramos. Y cuando escribo todo, digo el de todos sus clientes. Con nuestro dinero hacen lo que tienen que hacer: prestarlo. Es su función y así funciona nuestra economía. También invierten en activos, principalmente. Así que, si vamos todos a la vez a por nuestro dinero, no podremos sacarlo porque lo han prestado. El negocio bancario se basa en la confianza de que nuestro dinero está seguro en los bancos. Y lo está. Guardan un porcentaje en liquidez que tienen perfectamente calculado y medido y siempre es suficiente, pero su función es prestar ese dinero a empresas y familias. No guardarlo todo. Son intermediarios.
La segunda es que el fondo de garantía de depósitos cubre aproximadamente el 0,8% de los depósitos inferiores a los cien mil euros. Está diseñado para la quiebra de un banco pequeño o menor. La quiebra de un banco sistémico no podría ser cubierta, y lo de repartir esas cantidades de dinero en varios bancos tampoco funcionaría.
Dichas estas dos verdades, el sistema actual es infinitamente más sólido, robusto y solvente que hace 20 años. Entonces ¿Qué ha pasado? Para ello sería bueno repasar de manera muy rápida cómo es el balance de un banco.
El dinero que tenemos en cuenta y depósitos es para el banco un pasivo, una obligación. Los bonos que emiten para financiarse, también. Sin embargo, los préstamos que conceden son un activo, un derecho que tienen, así como las inversiones que realizan (compran bonos del estado, en muchas ocasiones).
Y, ¿cómo ganan dinero los bancos? En primer lugar, por la diferencia entre los intereses que cobran en los préstamos y el que pagan en los depósitos y cuentas corrientes. También con la diferencia de rendimiento de sus inversiones en el activo con el coste de los bonos que han emitido. A este margen de intereses se le suman las comisiones que nos cobran y luego se le restan sus gastos de estructura (personal, alquileres. etc).
A nadie se le escapa que ese margen de intereses es mucho mayor cuanto más altos son los tipos de interés. Si los tipos están al 6%, remunerarán los depósitos al 4% (por ejemplo) y los préstamos los concederán al 7%. Sin embargo, con tipos al 0% todo es más complicado. Pero, entonces, si los tipos han subido, ¿por qué lo están pasando tan mal? ¿No debería ser al contrario? Las subidas de tipos han sido las más rápidas en los últimos cuarenta años. La inflación, causada por los cuellos de botella, la política expansiva post Covid y por la invasión de Ucrania, obligó a los Bancos centrales a subirlos a una velocidad inusitada. Estas subidas tan rápidas han provocado dos efectos (en los que los banco sí tienen responsabilidad)
Los bancos no han acompasado su remuneración de los depósitos y cuentas corrientes a las subidas de tipos, queriendo aumentar su margen. El ahorrador ha tardado, pero se ha dado cuenta y se ha lanzado a sacar su dinero de cuentas y depósitos, a comprar letras del tesoro y fondos monetarios (con mejor riesgo y con rentabilidad). Esos importes desaparecen del pasivo.
Por otra parte, han devaluado de manera muy rápida una parte de sus activos en balance, sus bonos de gobiernos. Una subida de tipos es sinónimo de pérdida de valor de los activos de renta fija. Si yo compro un bono del estado al 2% a 10 años, y los tipos se ponen al 5%, ese bono pierde valor. Mucho valor. Si me lo quedo a vencimiento, no pasa nada, recupero mi dinero. Pero al retirar mis clientes sus depósitos tengo que vender con pérdidas los bonos para obtener liquidez y dárselo a los depositantes. Ahora los bancos han empezado a remunerar los depósitos de manera selectiva (importes grandes), pero van a tener que hacerlo de manera general, como es lógico y normal. Estas salidas de dinero por razones meramente económicas han provocado problemas y titulares que han generado desconfianza -irracional a mi entender- y salidas de efectivo ahora no ya para obtener más rentabilidad, sino buscando seguridad, o al menos esa sensación. Las autoridades han aprendido del periodo 2008-2012, cuando dejaron caer a Lehmann Brothers para mandar un mensaje a la banca y crearon un problema mayor. Ahora han actuado de manera rápida, contundente y coordinada, lo que debería mandar un mensaje de tranquilidad a mercados y clientes.
Álvaro Bañón Irujo Profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra y socio de Haltia Capital AV
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