De verano por Navarra
Vuelve el Día del pastor a Uharte Arakil
Uharte Arakil recupera este domingo el ‘Artzai Eguna’ con un programa reducido a los actos que sustentaban tradicionalmente su celebración: el concurso de quesos y el campeonato de perros pastor

Actualizado el 28/08/2021 a las 15:48
No será lo mismo pero mantendrá la esencia que durante más de medio siglo ha convertido el último domingo de agosto a Uharte Arakil en lugar de recuerdo y honra a la labor fatigosa del pastoreo. La crisis sanitaria, que el año pasado abocó a su suspensión por estas fechas, contendrá voluntades en la organización de una jornada rica en atractivos, los mismos que transformaban el sosiego de este rincón de Sakana en el trajín de una fiesta multitudinaria. Imponderables asociados a la cautela de minimizar riesgos de contagios impedirán repetir su completo desarrollo.
Quedará , eso sí, lo que en palabras del presidente de la Sociedad Aralar Mendi, Omar Sánchez Gorriti, sargento interino de Bomberos de 45 años de edad, identifica como alma mater de la jornada: El Concurso Navarro de Quesos elaborados con leche cruda de oveja latxa y el Campeonato Navarro de Perros Pastor. El primero alcanzará su cuadrigésima edición por los 53 años que adornan al segundo en calidad de pionero en la estructura de actividades que con los años han ido engrandeciendo la fiesta.
El concurso de quesos centrará la atención de la mañana con una más que probable mengua de participantes en el frontón cubierto. Si de normal ronda la treintena, el miércoles habían asegurado su inscripción 18. La cifra supera a los 13 que concurrieron en la cita del año pasado, pospuesta al mes de octubre bajo un estricto protocolo que redujo la afluencia al jurado y organizadores. “No hubo ni medios de comunicación, y sólo cuando se supo el fallo del jurado acudieron los ganadores”, recuerda Omar Sánchez. Si acabó celebrándose fue por la deferencia de la Sociedad Aralar Mendi hacia los productores de queso que en agosto la habían hecho llegar su inquietud por el lastre económico de la crisis sanitaria.
En esta ocasión se permitirá la entrada al frontón pero con ajuste a un aforo. Dentro estarán los 24 miembros del jurado, amén de representantes de la organización. Por el mismo formato ideado -con la cata como único reclamo-, la impresión del presidente de la Sociedad Aralar Mendi es que “habrá rotación” de espectadores. Por prudencia, pero también por el efecto de la pandemia en los bolsillos de los hosteleros que acudían a la subasta, no habrá puja del medio queso ganador. Lo que sí se celebrará será una feria de venta de queso, con algunos de los concursantes, en el exterior del frontón. Sobre una superficie de 2.000 metros cuadrados podrán coincidir un máximo de 500 personas.

HOMENAJE
La atención se desplazará por la tarde a la campa de Geinbera, al otro lado de la autovía. Desde las cinco de la tarde, al menos, siete ejemplares rivalizarán en la conducción del rebaño en diferentes pruebas. También aquí habrá un máximo permitido hasta contabilizar el límite de 800 asistentes, determinado por la legislación foral para este tipo de actos en espacios al aire libre.
Una de las novedades vendrá señalada por el homenaje que se dispensará al pastor de Amaiur, recientemente fallecido, José María Istilart.
El celo en el cumplimiento de las medidas de seguridad sanitarias explica la disponibilidad de voluntarios, vestidos con petos de la organización, para indicar la obligación de portar mascarilla en todo momento.
En cuestión de tráfico, la primera entrada al pueblo desde la autovía sentido Vitoria permanecerá cerrada. El acceso se efectuará por la segunda. Como todos los años se habilitará una zona de aparcamiento.
Los cambios de esta edición, con una propuesta reducida de actividades, determinan una previsión incierta en la respuesta del público, como señala Omar Sánchez. Sea como fuere, la sociedad que preside en el bieno que le corresponde por turno se volcará como siempre en un día que es motivo de orgullo para el pueblo. La base social de la entidad está integrada por unas 260 personas. El Artzai Eguna ha acabado por convertirse en seña de identidad de un término de 800 habitantes, para los que el último domingo de agosto es sinónimo de dedicación y esfuerzo en una loable muestra de acogida a cuantos se acercan para disfrutar de un día de entretenimiento con la honra que se brinda a la labor paciente y callada de los pastores.
Retocado por las circunstancias, su día no perderá el aroma de las tradiciones.

“Uharte Arakil cuenta con un entorno privilegiado”
Txomin Huarte Baleztena, profesor de la ikastola Arangoiti de Lumbier, de 53 años de edad, alude con preocupación a “los datos sociales” del último año de pandemia: “No son muy agradables. El índice de pobreza ha afectado de manera sensible”.
¿Quiere decir que el año y medio de pandemia ha tenido una repercusión negativa en el pueblo desde el punto de vista social?
Sí. No puedo hablar con exactitud, pero los técnicos que gestionan los recursos sociales han apreciado un aumento de necesidades. Probablemente en un 25 o 35%. Si antes eran seis familias ahora son nueve o diez las demandantes de ayuda. Hablamos tanto de familias unitarias como de tres o cuatro personas.
¿Cuál es el estado anímico de los vecinos tras este año y medio de crisis sanitaria?
La población lo ha llevado con mucho respeto. Ha seguido las pautas de las autoridades y personal sanitario. Ha habido altibajos. No se han dado situaciones críticas pero sí ha habido algún pico de contagios no muy alto.
Con una mirada a un futuro cercano, ¿cuál es el reto hasta final de legislatura?
Lo primero que hicimos en el Ayuntamiento fue elaborar un plan de trabajo a futuro. La pandemia acabó retrasándolo. Con trabajo hemos intentado gestionar todo lo que hemos podido. ¿Qué retos a futuro? Dar respuesta al trabajo previo. Sobre la mesa hay dos proyectos potentes, que estamos sacando a golpe de riñón.
¿Cuáles son?
La renovación de redes y pavimentación de la calle Del Río, y el abastecimiento de agua en alta desde el nacedero de Ganbeleta hasta el depósito. Este último es inminente. Otro proyecto viene dado por el tema energético, con la renovación de alumbrado, aislamiento de edificos, con ajuste al Pacto de Alcaldías por el Clima y la Energía. El proyecto de la calle Del Río fue solicitado en 2017 e incluido posteriormente en reserva. Se concedió este año.
¿De cuánto dinero está hablando para que pueda ejecutarse?
De unos 850.000 euros. Es una obra potente.
Y exigente, a pesar del grado de subvención foral, para un Ayuntamiento como el de Uharte Arakil que gestiona 1,2 millones de presupuesto.
Sí. Nos ha caído esta obra. El presupuesto municipal lo teníamos cerrado desde finales del año pasado. Ahora hemos de realizar una modificación presupuestaria...
Por tener una idea, una de las principales calles del pueblo se abrirá en canal.
La calle Del Río es una de las calles principales junto con la de Felipe Gorriti. Es una obra supernecesaria. Marca el inicio de una serie de renovaciones del pueblo. Estamos intentando gestionarlo de la mejor manera posible desde el punto de vista social, es decir, contar con la opinión del vecindario; técnica y económica.
¿Se podrá iniciar este año la obra?
En plazos va a ser difícil. Será de cara al próximo año. El 23 de septiembre tiene que estar presentado el proyecto en Administración Local.
Sobre la obra de Ganbeleta, se entiende que Uharte Arakil no tiene problemas de abastecimiento de agua.
Si no hay nada fuera de lo común, no hay problemas. Uharte Arakil tiene dos manantiales. Uno en San Bartolomé y otro en Ganbeleta. La conducción en alta se hizo hace 70 años, en fibrocemento. En el último tramo de 400 metros, de caída pronunciada, se está produciendo roturas. No creo que haya problemas de desabastecimiento una vez realizada esta conducción
¿Llegará Uharte Arakil a precisar de la solución de Urdalur?
Urdalur sería un complemento. Nunca se puede decir que no
Inauguraron semanas atrás la Estación Trail para carreras de montaña. Uharte Arakil está abrazado por San Donato y la sierra de Aralar.
Tenemos un entorno privilegiado. Lo hemos visto durante la pandemia.
¿Ha crecido el turismo?
En un momento dado, durante la gestión de la pandemia, se dio la posibilidad de elegir la segunda residencia que podía ser un espacio para aparcar la autocaravana. Hubo un momento que el parking de autocaravanas se saturó con personas que venían a disfrutar. En Uharte Arakil nos ha gustado compartir con respeto.
¿Están pensando en alguna otra idea para potenciar el turismo?
Se intenta trabajar en red con la zona, en Sakana. Con pequeños recursos se intenta dimensionar las posibilidades pero para que todos disfrutemos.
La autovía de Sakana cruza Uharte Arakil como nexo de comunicación que favorece el transporte para las empresas.
Estamos incentivando propuestas en torno a la industria. Intentamos impulsarlas. Desde el Ayuntamiento tenemos una serie de flancos abiertos. Y estamos trabajando en ello.
Otro de los aspectos, que ha sido motivo de inquietud en Uharte Arakil de forma reiterada, son las crecidas del río. ¿Se puede hacer algo?
El Pacto de las Alcaldías del Clima y Energía incluye las zonas inundables. Estamos rodeados por ríos y regatas que en un momento dado, como en 2009 o 2013, provocan crecidas. Es un tema que está sobre la mesa.
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