Bardenas destina 200.000 euros al año a estudios científicos de su territorio

La Comunidad de Bardenas destina alrededor de 200.000 euros a sufragar parte del coste de entre 15 y 20 estudios técnicos y científicos que acoge su territorio cada año. Se trata de trabajos promovidos por distintas universidades, organismos e instituciones de muy diversos puntos de España que centran en Bardenas sus investigaciones, principalmente de ámbito medioambiental, pero también de otras materias como la etnografía o la historia. Para dar a conocer las conclusiones de algunos de los últimos estudios realizados, el Centro de Información de Aguilares de Bardenas ha acogido este miércoles y jueves unas jornadas para exponer los resultados de los citados trabajos por parte de sus propios autores. CON ESPÍRITU DIVULGATIVO En la celebración de estas jornadas estuvo presente el presidente de Bardenas, José Mari Agramonte, quien recordó que el inicio de esta colaboración entre la Comunidad bardenera y los entes investigadores comenzó en 2008, cuando el Gobierno de España destinó ayudas para la promoción de este tipo de estudios en las Reservas de la Biosfera. “Aquella iniciativa duró 2 o 3 años y, a partir de entonces, desde la Comunidad establecimos una partida anual en nuestro presupuesto para apoyar estas iniciativas investigadoras en nuestro territorio a través de diferentes convenios”, indicó. Este apoyo a la investigación científica del territorio bardenero dio un salto exponencial en 2020 con la creación de la Cátedra Bardenas Reales de la UPNA. Entre todas las acciones que se articulan a través de esta entidad se encuentra la revisión de los proyectos que se desarrollan en Bardenas, independientemente de la universidad o institución que los realice. “Es un modo de validar lo que hacemos y de otorgar una especie de sello de calidad a cada proyecto que apoyamos”, explicó Agramonte. En este sentido, el presidente de Bardenas destacó que, dentro del marco de colaboración existente con la UPNA, “estamos trabajando para crear un archivo que recopile todas estas investigaciones y que puedan ser consultadas, de forma presencial en el Campus de Tudela o digitalmente a través de la web de Bardenas Reales, tanto por otros investigadores como por la ciudadanía en general”. Y es que, como indicó Agramonte, además de la indispensable base técnica y científica que tienen estos estudios, “todos ellos deben concluir con un resumen de carácter divulgativo para poder ser difundidos a cualquier público”. “Nuestro objetivo con este tipo de investigaciones es ahondar en el conocimiento de nuestro territorio, pero también hacerlo llegar a la ciudadanía, ya que estamos convencidos de que aquello que se conoce se aprecia más”, dijo. Dentro de su programa de apoyo a los estudios científicos que se realizan en su territorio, la Comunidad de Bardenas tiene suscrito un convenio estable con la Estación Biológica de Doñana-CSIC. Dentro del marco de esta colaboración se realizó en 2022 el marcaje con GPS a 15 crías de buitre nacidas en Bardenas a través del cual se pudo analizar sus desplazamientos. De los 15 ejemplares marcados, uno murió antes de superar su fase de emancipación. Los 14 restantes iniciaron su viaje migratorio llegando a distintos puntos del centro y sur de la Península Ibérica. De ellos, 5 cruzaron el Estrecho de Gibraltar y entraron en África: cuatro en dirección al desierto del Sahara y el quinto llegó hasta Níger, tras una ruta de 3.500 km. Muchos más kilómetros, ni más ni menos que 15.000, fueron los monitorizados, también a través de GPS, a un ejemplar de águila real en otro estudio realizado en 2021 con el objetivo de conocer los movimientos de esta especie. El seguimiento, que se prolongó durante un año, mostró la presencia del ave en una zona de 37.000 m2 en el Valle del Ebro, desde el Pirineo axial (Ordesa) hasta el Moncayo, en la Ibérica; y desde la Ribera estellesa (Lerín) y el Valle del Jubera (La Rioja) hasta la Ribera Baja del Ebro y el Campo de Belchite (Zaragoza). Otra de las especies protagonistas de estos estudios en Bardenas ha sido el alimoche, una de las aves más emblemáticas de este territorio. Un trabajo desarrollado en 2022 por biólogos del CSIS (Centro Superior de Investigaciones Científicas) determinó que Bardenas había logrado frenar el declive de esta especie estabilizando su población en unas 20 parejas.

Bardenas destina 200.000 euros al año a estudios científicos de su territorio

Se trata de proyectos de investigación relacionados, sobre todo, con el ámbito medio ambiental que realizan universidades e instituciones de toda España

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