La Trinidad de Arre rescata su archivo

A salvo de humedades y cambios de temperaturas, en el hueco de una pared entre la casa del canónigo y la basílica, se conserva el archivo de la Trinidad de Arre, en el valle de Ezcabarte, en la margen derecha del río Ultzama y en la muga con Villava. Decenas de documentos que no van más allá de 1501, pese a que se da por hecho que desde tiempos romanos se ha mantenido como lugar de culto, entre los siglos XII y XIII se construyó la basílica y en el siglo XII era ya hospital de peregrinos. Una relación de cartas, actas, listados de cofrades y sus orígenes y aportaciones, todas recogidas en un catálogo en forma de libro. También algún pergamino reutilizado y el documento más antiguo, de 1501. También en pergamino y con trazas de haber sido cerrado con el sello real y con la firma del canciller Juan del Bosquet, que a partir de 1500 estuvo al frente del Consejo Real junto al mariscal Pedro de Navarra, bajo el reinado de Juan de Albret y Catalina de Foix, los últimos reyes de Navarra. El documento original, con el que se dirime un pleito entre la cofradía religiosa y la de legos, se conservaba doblado y en “bastante buena condición” y ha sido el primero que ha salido de la sede para su restauración. Desde el martes está en el Archivo de Navarra. Allí descifrarán el escrito y lo digitalizarán, para guardar el original en Arre y una copia, para su estudio y divulgación, en el antiguo palacio de los Reyes de Navarra. La historia y el archivo de la Trinidad de Arre es bien conocida entre expertos y lugareños. La Enciclopedia de Navarra ya enumera el pleito a que hace referencia el documento ahora en restauración, hecho con piel de cordero. PLEITO ENTRE COFRADÍAS La Trinidad contó con dos cofradías. Lo cuenta la historia escrita en el siglo XIX a partir de la tradición verbal que pasó de generación en generación, relata el hospitalero del albergue desde hace seis años, José Luis Miral, y uno de los que ha unido esfuerzos para la restauración del documento. “Se dice que la fundó la Orden del Temple y al desaparecer, las gentes de la zona acudieron al obispo y al rey para que no se cerrase el hospital de peregrinos y de ahí surgieron las cofradías. La de clérigos, que obedecía al Obispo, y la de laicos, hermanos de la zona de Villava, Arre, Huarte o Pamplona”, rememora el origen. ”La de seculares y eclesiásticos la componían los de la de la Cuenca de Pamplona y otras partes que incluían Oláibar y Odieta. Ambas pleitean en el año 1500 ante la Real Corte de Navarra sobre el nombramiento de vicario que atienda basílica y hospital. Hasta entonces cada año, a partir del día de San Martín, se alternaban los abades de una y otra cofradía. Los legos rompieron el orden. Juan y Catalina, reyes de Navarra, restablecieron la concordia. Pero en 1507 una y otra cofradía reconocen la existencia de puntos conflictivos, eligen cinco árbitros y componen una sentencia de 23 artículos que marcan los fines: atender el culto, la hospitalidad de pobres y peregrinos, el orden y la eficacia, encomendados a seis oficiales que regirán la autonomía administrativa de cada cofradía”, resume la Enciclopedia Navarra la historia de aquellos años. AL MARGEN DEL OBISPO José Luis Miral llevó el pergamino al Archivo de Navarra junto al actual presidente de la Cofradía, Pedro Lezáun, vecino de Arre y alcalde además del valle de Ezcabarte. Con ellos estuvo Miguel Ángel Sesma, secretario de la Cofradía. Antes Peio Monteano, villavés con orígenes maternos en Arre, había visitado el archivo y descubierto sin dudar la firma de del Bosquet. “La peculiaridad es que se refiere a una disputa entre las cofradías de la Trinidad y la dirime el Consejo Real, al margen del Obispo. Se ve con la firma del canciller de Juan III y Catalina de Foix. Ese es el principal interés del documento”, confesaba. En el Archivo explicaron la restauración que van a llevar a cabo, el proceso de digitalización y la posibilidad de que el original quede expuesto en Arre y la copia, para su estudio y divulgación, en el archivo. Los planes se amontonan en la Cofradía. La posibilidad de mostrar después el proceso llevado a cabo a los visitantes de la Basílica y el albergue de peregrinos, todavía en funcionamiento. La certeza de conocer el resultado del pleito. “Podría ser una multa a la Cofradía por no admitir a un cura”, adelanta Lezáun. Recientemente, la historia en torno a la Trinidad se ha recogido en una publicación de Víctor Pastor Abáigar (2014). Analizó los edificios adjuntos y la defensa de su patrimonio ante la Desamortización. También el encargado durante años del archivo Diocesano, José Luis Sales Tirapu, en una publicación que no ha visto la luz.

La Trinidad de Arre rescata su archivo

Un pergamino fechado en 1501 y firmado por el canciller del reino es el documento más antiguo de los conservados en la basílica y albergue, antiguo hospital de peregrinos. El documento se ha llevado al archivo para su restauración

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