Maitane Tirapu, antropóloga: "Es maravilloso que todavía tengamos ADN neandertal"

¿Antropóloga de huesos? Yo me dedico a la antropología física. Concretamente, restos óseos procedentes de contextos arqueológicos. Analizo el esqueleto y lo primero que solemos hacer es establecer el bioperfil: sexo, edad y estatura del individuo. En el caso de que sea posible, tratamos de encontrar evidencias de patologías en el hueso, infecciones, violencia... Nos aporta mucha información. Necesitamos el bioperfil para hacer análisis demográficos o parademográficos y ver cómo han evolucionado los grupos. ¿Y la dieta y las enfermedades varían según periodos históricos, zonas geográficas, culturas? En general, solemos encontrarnos con las mismas enfermedades en todos los grupos. Evidentemente, evolucionan. Por ejemplo, hasta el 10.000 antes de Cristo, entre los cazadores y recolectores, las enfermedades infecciosas son muy pocos comunes. Eran grupos muy pequeños. Y en el caso de que hubiese un patógeno, quizás podía acabar con todo el grupo, pero no se extendía más allá porque el patógeno tampoco sobrevivía. Pero con la neotilización y el mesolítico, a partir del 10.000 antes de Cristo y con la aparición de la agricultura, las enfermedades infecciosas aumentan por el aumento de la población y el hacinamiento. Y es en estos periodos cuando se ve un control del saneamiento, de las evacuaciones de aguas... ¿Le gusta imaginar cómo sería la vida de esas personas o se limita al análisis científico? Intento entender a través de los huesos cómo fue la vida de esa persona. Es algo que a todo antropólogo le interesa. Y es verdad que no puedes llegar al detalle. Pero los huesos nos cuentan muchas cosas. Los marcadores de actividad nos cuentan qué tipo de trabajo realizaban, porque los movimientos repetitivos dejan marcas. Hay muchas evidencias de violencia que nos dan a entender mucho de las poblaciones. Cuando te enfrentas a un esqueleto, siendo completamente científica, tratas de reconstruir la vida de esa persona. Ha citado la violencia y usted trabajó en el hallazgo del hombre de Loizu, del 9.700 a. C., muerto por un ataque violento... Es un poco complicado. Muchos investigadores tratan de saber cuál es el origen de la violencia entre humanos. Pero es algo complicado. Creo que podría ser un mecanismo de defensa. ¿Y no es consustancial a la naturaleza humana? Puede que en principio no sea un acto común, pero también que las circunstancias te lleven a la violencia. El hombre de Loizu tiene un impacto de proyectil en el cráneo. Podría ser un acto de violencia o quizás también un accidente de caza. ¿Sí? Es un flechazo desde una altura superior con una dirección posterior a anterior. Pero todo lo que se ha dicho son hipótesis. No sé hasta qué punto se puede demostrar si fue intencionado o accidental. Lo que está claro es que fue un impacto de proyectil. Tiene más probabilidades que otros traumas para considerarlo violento. ¿Trabajan mucho con la navaja de Ockham, eso de que lo más sencillo es lo más probable? Sí. Pero el problema es que muchas veces no puedes descartar ninguna opción. ¿La dieta del hombre de Loizu era carnívora? Es una buena pregunta porque se están haciendo isótopos para saber la dieta. Lo que vemos en estas poblaciones es que consumen más vegetales y frutos de lo que se espera. Con el hombre de Loizu, que ya aparecen mamíferos más pequeños igual era más fácil cazar. Pero en el paleolítico los cazadores y recolectores puros tenían mucha dificultad para cazar animales. LOS RECOLECTORES Precisamente Arsuaga, en el libro de Juan José Millás' La vida contada por un sapiens a un neandertal', dice que la mayoría de las cacerías fracasaban y que los grupos subsistían gracias a la recolección de vegetales por mujeres, ancianos y niños. Sí. Esa es la cosa. Conseguir cazar un animal grande y las proteínas eran muy importantes. Pero, ¿hasta qué punto era un aporte diario en su dieta? Siempre se ha dado la idea de que era el cazador el que mantenía al grupo, pero si no hubiese sido por los recolectores quizás no habrían subsistido. Vayamos al esqueleto que tenemos aquí, perteneciente a la necrópolis de Tudela. ¿De cuándo es? Estaría entre los siglos XI y XV de una necrópolis mudéjar, de cuando los cristianos ya estaban en el poder en Tudela. En 1119 conquistan los cristianos Tudela y los expulsan extramuros. Es un hombre de entre 25 y 30 años porque la clavícula todavía no la tiene fusionada, que es el último hueso en hacerlo. Ya se ve que tenía una buena dentadura. Sí. No tiene evidencia de caries, tiene todas las piezas dentales... A mucha gente le llama la atención, pero no solemos encontrar problemas con las muelas del juicio. ¿Y eso? Probablemente, nuestra mandíbula esté evolucionando hacia un menor tamaño, que puede estar debido al uso de cubiertos. ¿Cuánto medía? Pues en torno a 1,70 metros. ¿Era alto para entonces? Tenemos la idea de que no eran muy altos. Los que yo he estudiado no superan 1,75 metros. Pero en las mujeres, la estatura es muy similar. Se mueven en un rango de entre algo más de 1,50 y 1,65 m. ¿Cómo es de trascendente el hallazgo de la mano de Irulegi? Para mí es un hallazgo importantísimo a nivel arqueológico, lingüístico, histórico... Tiene muchas facetas. ¿Había restos humanos en Irulegi? El problema es que en esa cronología el rito funerario común era la incineración. Los niños tenían un tratamiento diferente y a veces se les enterraba bajo el suelo de la casa. Pero lo habitual es la incineración. ¿Cuál es el secreto para que el sapiens consiguiese colonizar el planeta frente a los otros homínidos? Es complicado. A día de hoy no hay una respuesta clara. Siempre se ha considerado que se adaptaba mejor, pero en realidad el neandertal estaba muy bien adaptado a Europa. Y antes también se decía que no hubo hibridación entre nuestra especie, los sapiens, y los neandertales. Y claramente la hubo. Hoy en día, sigue habiendo personas con ADN neandertal, lo cual es maravilloso. Me encanta. Por no hablar de los denisovanos, una especie que se ha descubierto recientemente en la cueva de Denisova, en Rusia. Y también se mezclaron con los neandertales. Todos convivieron. Al final, los sapiens son el resultado de la mezcla de muchos homínidos que había en África.

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