El trabajo de devolver el agua a Goñi

Cuarenta años después de que naciera la Mancomunidad de Aguas de la Comarca de Pamplona para ocuparse de la gestión integral del agua entonces de 41 ayuntamientos y concejos del entorno de la capital, “el circulo comienza a cerrarse”. El agua de las “fuentes” que abastecen a la entidad, convertida cuatro años después en la actual MCP, llega a casi todos los núcleos que la forman. También a los municipios donde nace la que se acumula en el manantial de Arteta, que a través de Egillor y la red general llega a buena parte de la comarca. El abastecimiento al pueblo de Goñi, en sus últimos pasos, completará el del resto del valle del mismo nombre de donde emanan los acuíferos. Al Valle de Ollo, donde se sitúa el manantial que los reserva, se completó en 1996 a excepción de Ultzurrun. La obra de Goñi, incluida en el plan de inversiones locales que ya termina y con financiación foral y municipal, ha supuesto una inversión de 840.450 euros. Una cantidad que se explica por los trabajos que ha requerido la infraestructura proyectada en 2016 por el equipo técnico de Mancomunidad. Nada menos que seis kilómetros de tuberías y cuatro bombeos para salvar 429 metros de desnivel. Los que se cuentan desde la potabilizadora de Egillor hasta el depósito de Goñi. Su ejecución se encargó el año pasado a Construcciones Osés y ya está prácticamente finalizada. Se da por hecho que comenzará a funcionar el mes que viene, con un cierto retraso sobre los cálculos iniciales. Entonces se cerrará para el abastecimiento la “fuente” local y se abrirá la de la red general. El abastecimiento a Goñi era una de esas actuaciones pendientes después de que en 2004 se iniciara el “despliegue” por su valle. Entonces, en una primera fase, se materializó la red en alta entre el Valle de Ollo y el de Goñi. Se construyeron un depósito, dos bombeos intermedios, el depósito general de distribución para todo el valle y el suministro hasta el primero de sus pueblos en recibir, de vuelta y tratada”, “su agua”. Fue Azanza. Dos años después se redactó el proyecto para el abastecimiento de Aizpún, Urdánoz y Munárriz con el propósito de ejecutar las obras en 2009. También se había previsto para entonces el suministro a Goñi y Munárriz mediante sendos bombeos. Se planteó un bombeo desde Urdánoz hasta el depósito de Munárriz y, desde allí, para abastecer a la localidad y a Goñi. Pero se descartó por la distancia entre los pueblos, de 4,5 kilómetros por el trazado más corto. Fue de ahí de donde nació el proyecto ahora ejecutado, con depósito independiente para Goñi. EL SEGUNDO MÁS ALTO Goñi es el segundo pueblo más alto del valle situado entre las sierras de Andía y Urbasa. Los trabajos para llevar el agua se han centrado en el entorno del depósito, en el de Munárriz y en los campos de cereal. La obra ha incluido una zona de 90 metros de longitud con una pendiente de hasta el 50% y con roca en su interior. La tubería, a un mínimo de 30 cm de profundidad, atravesó el Udarbe, la cañada real de Valdorba a Andía y sube paralela al regacho de Oibu o la regata Muñubixkar. Con 30 habitantes de derecho y algunos más en verano en tiempos de campus para aprender euskera y de casas de fines de semana más tiempo llenas, Goñi mantiene en parte la actividad agrícola y ganadera típica en la zona. Con todo, el suministro de agua para el pueblo ha funcionado sin restricciones mientras ha llegado a través de las fuentes y manantiales propios. Así lo relata Elena Apesteguía Aizpún presidenta del concejo. “Este año eso veíamos, que no hay problemas de suministro. Aunque lo peor suele ser en septiembre, al final del verano. Y esta vez con lo que tenemos...”, cuenta la edil. No es ajena a la ironía que supone la vuelta, tratada, de un agua que nace en el término municipal de Goñi. En la actualidad, beben agua sin tratar, directa del manantial a través de una red que renovaron recientemente. “Y sin problemas”. Desconocedores de la fecha de puesta en funcionamiento de la red preparada en las inmediaciones desde el otoño pasado, en el pueblo de Goñi han optado por mantener el agua “propia” para riego de huertos y jardines y para el ganado. “Es una pena desaprovecharla siendo un bien escaso”, apostilla Apesteguía. Inicialmente, el proyecto de abastecimiento de Mancomunidad “ocupa” el depósito del pueblo, de manera que desde hace unas semanas el agua se almacena en una cuba de 15.000 litros que adquirió el concejo. Se trata de una solución provisional dado que entre este 2022 y 2023, con financiación europea, está previsto construir un nuevo depósito para el agua que llegue de la red de Mancomunidad. El local volverá al pueblo para uso agrícola y ganadero.

El trabajo de devolver el agua a Goñi

Seis kilómetros de tuberías, cuatro bombeos para salvar el desnivel de 429 metros entre la planta de Egillor y el pueblo de Goñi. La obra, proyectada por la Mancomunidad, ha requerido una inversión de 840.450 euros y está a punto de terminar

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