Navarra cuenta con diecinueve monasterios de vida contemplativa

Mañana domingo, 4 de junio, solemnidad de la Santísima Trinidad, la Iglesia Católica celebra la Jornada Pro Orantibus con el lema: “Generar esperanza”, un día para recordar y orar por aquellas personas que han abrazado la vida contemplativa y se han consagrado a Dios mediante la vida monástica.

En la carta pastoral escrita específicamente para esta Jornada, el Arzobispo de Pamplona-Tudela, Mons. Francisco Pérez González, recuerda que “la vida contemplativa nos ayuda siempre a vivir en esa esperanza que brota de la fe, que es una puerta abierta a la vida y a la confianza. Sin esta profunda relación con Dios, no se puede estar cerca de tantos hombres y mujeres que, en estos tiempos, sufren situaciones difíciles en sus vidas”. Insiste el Arzobispo en que “la vida contemplativa está llamada a hacer visible esa mirada amorosa de Dios que invita a dar y crear esperanza en la vida de cada persona. Su testimonio de vida nos asegura, en medio de nuestras dificultades, que en cualquier momento podemos dirigir nuestra mirada hacia Aquel que siempre ilumina nuestra oscuridad interior”. El Arzobispo subraya la necesidad de valorar y agradecer el don de la Vida Contemplativa en la Iglesia y en nuestra sociedad, ya que” en un mundo desalentado, abatido y muchas veces carente de sentido, la vida contemplativa es un ejemplo que invita a vivir en la confianza. Hombres y mujeres que, en su vida de cada día, se convierten en parábola de esperanza para la Iglesia y para toda la humanidad. Nuestra sociedad necesita luz en el camino que nos remita a Dios y nos ayuda a volver la mirada a Él, que es Amor, fuente y manantial inagotable del amor”.

En Navarra, hay 17 monasterios femeninos y 2 masculinos, con un total de 222 personas (35 hombres y 187 mujeres) que han entregado su vida a la oración y a la contemplación de Dios. En cuanto a los monasterios femeninos, hay cuatro de Clarisas franciscanas (Lecumberri, Tudela, Olite y Arizcun), tres de Carmelitas descalzas (Olza, Pamplona y Donamaría), dos de Benedictinas (Estella y Alzuza), dos de Comendadoras del Espíritu Santo (Sangüesa y Puente la Reina), dos cistercienses (Tulebras y Alloz), dos de Agustinas y Agustinas Recoletas (Aldaz-Larraún y Pamplona), uno de Concepcionistas franciscanas (Estella) y otro de la Sagrada Familia de Burdeos (Oteiza de Berrioplano). En lo que respecta a los dos monasterios masculinos, el de La Oliva pertenece a la orden del Cister y el monasterio de Leire es Benedictino. Por otra parte, además de rezar por ellos, en este domingo también se nos recuerda la presencia de los monasterios como lugar de descanso y de oración. Las hospederías que muchos de ellos tienen son una buena oportunidad para visitar un monasterio, pasar unos días y dedicarlos al encuentro con el seño0r, mediante el Silencio, la oración y la celebración de la liturgia.