Reconocimiento
Cultura, salud y periodismo, juntos en la cita de las Cruces de Carlos III
Vicente Madoz, Oihan Iturbide, Alfredo Sanzol, Antonio Eslava, Iñaki Perurena, Patxuka de Miguel y Judith Torrea recibieron los galardones
Actualizado el 27/03/2023 a las 22:01
El médico psiquiatra, Vicente Madoz Jaúregui; el editor de divulgación científica y director de la Fundación María Aranzadi, Oihan Iturbide Aranzadi; el autor y director teatral Alfredo Sanzol Sanz; el pintor, escultor y grabador Antonio Eslava Urra; el levantador de piedra Iñaki Perurena Gartziarena; la matrona Patxuka de Miguel Ibáñez; y la periodista Judith Torrea Oiz recibieron este lunes la Cruz de Carlos III el Noble. La distinción reconoce la “destacada contribución” al desarrollo, la proyección y el prestigio de la Comunidad Foral de los galardonados desde el ámbito de sus respectivas actividades.
El acto de entrega de las cruces tuvo lugar a las doce del mediodía en el Salón del Trono del Palacio de Navarra y comenzó con la interpretación del Himno de Navarra. Premiados, familiares, amigos y personalidades de distintos ámbitos de la Comunidad foral dedicaron un tiempo durante el acto a recordar la trayectoria que ha llevado a estos navarros a obtener este galardón pero también a hablar de futuro en términos positivos tras la dureza de la pandemia.
La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, fue la encargada de entregar los galardones y de poner de manifiesto que los premiados son “un espejo” de “lo mejor que podemos encontrar entre nuestra ciudadanía”. Y es que cultura, sanidad y periodismo se dieron la mano para ensalzar a siete navarros referentes en sus ámbitos.
“Sois la prueba de que Navarra es una pista de lanzamiento tan válida como cualquier otra para alcanzar el éxito”, apuntó María Chivite.
EMOTIVOS AGRADECIMIENTOS
Los músicos Javier Olabarrieta, al piano; José Luis Gómez, con el saxo soprano y flauta; y Jokin Zabalza, con guitarra clásica, se encargaron de la parte musical en un acto muy emotivo, durante el que se repitieron los agradecimientos a las familias, equipos y apoyos que cada premiado ha encontrado en su particular camino.
El director teatral Alfredo Sanzol quiso que su discurso de agradecimiento fuese un poema escrito para esta ocasión; la periodista Judith Torrea llevó la txapela de su abuelo ciego, al que leía el periódico todos los días y que plantó la semilla de su oficio; y el psiquiatra Vicente Madoz extendió el premio a los “magníficos equipos” con los que trabajó en su extensa carrera de 40 años.
El divulgador científico Oihan Iturbide, por su parte, puso de relieve la confianza del ser humano en ser mejor partiendo de su propio testimonio, tras pasar por un centro de desintoxicación; Iñaki Perurena, con su habitual simpatía, desgranó sus dificultades para aprobar la gimnasia en sus años escolares; la matrona Patxuka de Miguel dio luz a la osteoarqueología, su otra pasión, al explicar que “los restos humanos no hablan de la muerte sino de la vida”; y el pintor y escultor Antonio Eslava reivindicó el arte, que “talla a la persona”, dijo.
Todos recibieron el aplauso unánime de los asistentes y se identificaron con los valores de Carlos III el Noble, que “confiaba” en la capacidad del ser humano.