Sucesos
SOS en la garganta de Arbayún
Bomberos de Navascués y del GRT se 'descolgaron' 60 metros en la foz para llegar a un piragüista que se bloqueó y no podía seguir por el río

Publicado el 21/03/2023 a las 06:00
Frontal no llevaba, lo que le hubiera ayudado a combatir la oscuridad de la noche ‘emparedado’ junto al río, en una antigua presa de hormigón próxima al embarcadero de Usún, pero sí silbato. Con él alertaba de su posición a los bomberos que el sábado por la noche se descolgaban rapelando hasta 60 metros de “pendiente a escalones” en su búsqueda, garganta abajo de la foz de Arbayún. Lo encontraron sentado sobre la base de hormigón de esta antigua construcción, con su neopreno y lejos de la piragua, que había abandonado ya hacía un buen rato, deseoso de terminar con la aventura de completar remando el tramo entre Aspurz y Usún. A la llegada de los efectivos del Grupo de Rescate Técnico de Bomberos (GRT), les manifestó convencido su firme oposición a continuar su trayecto por el agua, así que lo engancharon con el arnés, lo volvieron a elevar, izado primero y a pie después, completaron el rescate hasta regresar al coche familiar, que esperaba en Usún. Llegó ileso.
SE ECHÓ LA NOCHE
Su peripecia en aguas bravas se había ido complicando desde poco después de la salida. Junto a otro piragüista más experimentado, partieron sobre las 15 horas desde Aspurz, con idea de recorrer el tramo de unos 8-9 kilómetros del río Salazar que enlaza con la llamada zona del embarcadero de Usún. Conforme avanzaban, fue sintiéndose cada vez más incómodo, inseguro, hasta el punto de que tanto su compañero como él dejaron a un lado las piraguas con idea de restarle agobio, y continuar a pie o a nado en las zonas de más agua. “No es un tramo para iniciados, requiere cierto nivel, el de Arbayún. Además, si se sufre algún percance, el entorno es de muy difícil acceso”, explica un miembro del equipo de rescate. El punto de mayor estrechez y complicación llega además, casi al final, cuando uno está más cansado, a la altura de la antigua presa, que se asemeja a una plancha de hormigón, pero con hueco por debajo (cuando el río baja con mucho caudal, ni se ve, pero si no, se recomienda portear y cruzarla a pie con la piragua al hombro). En la parte inferior, hay presencia de algunos hierros y puede ser peligroso, indicaron tanto bomberos del rescate como un kayakista que conoce bien la ruta, que ha trabajado para el Club de Piragüismo de Pamplona. En ese lugar, ya de noche, el piragüista entró en shock y se negó a continuar. Ante el bloqueo, su compañero lo dejó allí y buscó una zona con cobertura desde la que poder pedir ayuda. El aviso se registró a las 21.05 horas pero no fue hasta pasada la medianoche que se completó el rescate. “El río tenía caudal. El sonido del agua, de noche y en esa garganta, era impresionante”, concede un bombero.