Si
Leire Olkotz volviera a nacer, seguiría escogiendo el
arte como forma de vida. “Porque no podría ser otra cosa, y porque me hace muy feliz”, sentencia. Trabaja en todas las disciplinas: dibujo, pintura, escultura, artesanía de autor, pintura mural y hace cinco años comenzó a tatuar. Esta última es su actividad principal, pero realiza encargos plásticos de todo tipo.
Su sueño es dedicarse a la “creación en exclusiva”, producir su propia obra “sin ninguna limitación” y después venderla, “pero es algo tan complicado que hay que buscar la forma de seguir haciendo lo que te gusta, aunque no como quisieras del todo”, afirma. En el pasado no se planteó ser tatuadora, lo veía como “algo remoto e inalcanzable, reservado para unos pocos”, cuenta.
En cuanto al mundo del tatuaje, la artista observa “atónita” el cambio “tan brutal” que se vive. “Hace 20 años tatuarse no era una práctica habitual. Mi primer tatuaje fue en Nueva York con 17 años, sin que mis padres se enterasen y de forma clandestina. Fui una de las primeras de la cuadrilla, si no la primera, y de las pocas”, recuerda. Sus clientes, apunta, van desde los 16 (si tienen el consentimiento) hasta los 75 años.
“Creo que se da un fenómeno global muy curioso, la gente necesita diferenciarse del resto cada día más y al mismo tiempo, muchos necesitan formar parte de un grupo. Ambas ideas sitúan al arte del tatuaje en un lugar privilegiado que puede satisfacer a unos y otros”, explica. Por ello, Leire Olkotz augura para el mundo del tatuaje “un futuro muy próspero, sin duda”.
La tatuadora ha vivido fuera de
Navarra (
Bilbao, Chile,
Sevilla o
Córdoba) y confirma que cuando volvió valoró mucho su “origen, tierra y raíces”, pero que Navarra “es una sociedad muy tradicional, para lo bueno y para lo malo, y que debería mirar un poco más hacia fuera para aprender y después volver la mirada para avanzar con una visión renovada y oxigenada en muchos aspectos”.
DNI
Leire Olkotz Vicente nació el 5 de mayo de 1982 en Pamplona. Se crio en Tafalla, lugar donde reside actualmente. Ha estudiado en diferentes ciudades como Pamplona, Bilbao, Santiago de Chile, Sevilla y Córdoba. Es licenciada en Bellas Artes y sus referentes son Picasso, Guayasamin, Miró, Giacometti, Camille Claudel, Oteiza, Violeta Arus o Kozo, entre otros. Del futuro espera que “el dinero tenga menos valor y que el amor sea el motor que mueve el mundo”. Sin embargo, considera que “el egoísmo es la mayor pandemia que ha sufrido el planeta y que, posiblemente, acabe con él”. Posee un estudio, LeireOlkotz Tattoo, en el bajo 16 de la calle Mayor de Tafalla.