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Por qué ‘Vaya Semanita’ hacía gracia y ‘Akelarre’ es polémico

Voces críticas acusan al espacio de humor de ETB-2 de ridiculizar lo vasco, mientras la cadena y la productora guardan silencio

Ampliar Valeria Ros, presentadora de ‘Akelarre’, junto a su colaborador, Pablo Ibarburu
Valeria Ros, presentadora de ‘Akelarre’, junto a su colaborador, Pablo IbarburuETITB
  • Yolanda Veiga
Publicado el 19/02/2023 a las 08:52
“Tú escribes libros, ¿no? Y ganaste un premio de literatura, ¿no?”. El escritor Unai Elorriaga asentía: “Sí, uno muy importante”. “¿Y cómo se llama?”. “Premio Nacional de Narrativa”. Se supone que Valeria Ros no sabía a quién iba a entrevistar. Y se supone también que esa es la gracia del programa. Eso y el “buen rollo que contagia”. Así promocionaba hace un mes ETB su nuevo espacio de humor y entrevistas para el prime time de los jueves. Pero en pocas semanas el buen rollo ha mudado en bronca (y las prometedoras audiencias del estreno han caído a la mitad). Voces críticas lo acusan de ridiculizar lo vasco y el follón ha llegado hasta el Parlamento autonómico, donde EH Bildu ha registrado tres preguntas dirigidas al director de EiTB, Andoni Aldekoa, por “el desconocimiento que muestran” sobre nuestra cultura, “observada y ridiculizada desde una perspectiva española”.
En Twitter se ha hecho viral un vídeo resumen con momentos del programa en los que la presentadora le dice al pelotari Juan Martínez de Irujo que la txapela le parece “antimorbo”, le pregunta a una harrijasotzaile si “ha traído piedras”, hace burla de un irrintzi o aplaude la cómica imitación de Silvia Abril hablando en euskera. En respuesta a estos gags han recibido decenas de mensajes críticos: “Los vascos somos considerados exóticos”, “ETB humillando al pueblo, en lugar de promover la cultura vasca”, “somos incomprensibles, extraños y ridículos a sus ojos”... Son algunos de los tuits publicados, tanto por gente conocida del entorno euskaldun como por personas anónimas. Mucha bulla en las redes, pero fuera, el silencio.
La polémica no se circunscribe solo al debate sobre los límites del humor. Más bien obliga a preguntarse: ¿Quién puede reírse de los vascos? “Un buen cómico con talento puede reírse de los vascos o de los chinos”, asegura Óscar Terol. El humorista y su cuadrilla de Vaya Semanita de los chinos no hicieron broma, pero de los vascos... “Jamás tuvimos ningún problema. En cada programa metíamos el pie un poco más y veíamos a ver si la gente lo asumía... No teníamos ningún ánimo de caer mal”. Y se atrevieron hasta a hacer bromas sobre ETA: “Era un tema polémico pero se abordaba en un buen sketch. Queríamos ser cómicos, no salvar a una sociedad ni polemizar. La gente ya demandaba este tipo de contenidos y nosotros hablábamos de lo que hablaba la gente en la calle”.
Borja Cobeaga, director y guionista, también fue parte de aquella cómica familia del que fue, probablemente, el programa más famoso de ETB. Sobre la polémica de Akelarre, no comparte las críticas. “Eso de que los vascos sabemos reírnos de nosotros mismos, que nos reímos de nuestra sombra... Eso es un mito y viene de un pensamiento muy narcisista”, considera. Ellos lo hicieron en Vaya Semanita, sí, “pero tenía truco”, dice. “La gente que lo veía siempre pensaba que te estabas riendo de otro vasco, no de él”. Algunos de esos mismos chistes los replicaron después en la película 8 apellidos vascos, pero el resultado ya no fue igual. “Hizo mucha gracia, sí, pero como era una película de Telecinco, a algunos, probablemente a la misma gente que ahora critica Akelarre, ya no les hizo tanta gracia”.
Y es que por ahí viene también parte de la crítica al programa: que no está producido en Euskadi: “Es una producción de ETB en colaboración con K2000 y El Terrat”, aclaran desde la cadena autonómica. Borja Cobeaga ha visto el programa y no se ofende. “¿Qué es pasarse... burlarse de una txapela? No me entra en la cabeza. Ofenderse por algo así es tener la piel muy fina”. Y remite a eso de que “la suciedad a veces no está en el acto en sí, sino en los ojos de quienes lo miran”. La broma de la txapela se la hicieron a Irujo. Pero a Rafa Alkorta le hicieron otras. Y no se ofendió: “No he visto otros capítulos, con lo que no tengo una opinión fundada sobre el programa. Pero yo me sentí cómodo allí, no tuve ningún problema”, ha declarado Alkorta a este periódico.
“INTENTAD QUE ME CANCELEN”
Pello Salaburu, exrector de la UPV, ha sido una de las voces críticas: “¿Dónde vivimos? ¿En Almería, en Toledo, en Valladolid? Se ha perdido la dignidad”, escribió en Twitter en referencia al programa de Valeria Ros. “Se puede hacer humor sobre todas las personas y sobre todo. En principio. Es difícil poner límites, si los hay. ¿Se puede hacer humor sobre una violación? ¿Sobre una persona con lesión cerebral? ¿Es censura la respuesta negativa a esas preguntas? Lo que está claro es que no se puede hacer humor sobre alguien por el hecho de que haya sufrido una violación o tenga un impedimento. Esta patochada está fuera de lugar en una televisión que nació para lo que nació. Y se ha convertido en lo que se ha convertido”.
Desde el entorno de ETB, mutismo. Solo roto por un par de llamativas intervenciones... también en Twitter. Tras las primeras críticas, la presentadora, Valeria Ros, escribió el jueves: “Intentad que me cancelen, no me importa, pero nunca conseguiréis ser más vascos que una pija de Getxo”. Y, en lo que era una declaración de intenciones, el programa colgaba en Twitter un vídeo editado de la intervención de un invitado en la que decía (en ese corte él no hablaba de la polémica, sino de otra cosa que nada tenía que ver): “La gente se lo pasa bomba en Twitter, pones a parir a todos y nadie te dice nada”
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