OpiniónCEO DE EN CLAVE NATURAL
¿Exportación o internacionalización?
CEO DE EN CLAVE NATURAL

- JUAN JOSÉ NICUESA
Exportar es simplemente vender nuestros productos o servicios en otro país. Se trata de simples transacciones comerciales. A este respecto, hay que añadir que hoy no podemos "exportar a Francia". A efectos comerciales, económicos y políticos (cada vez más), vivimos en un país que se llama Unión Europea por lo que las operaciones con otros estados miembro se denominan "ventas intracomunitarias", nunca exportaciones.
La internacionalización es algo más. Es una decisión estratégica de la empresa que involucra a todas las áreas de la misma para competir en mercados exteriores. Va más allá de realizar ventas en el exterior por medio de importadores. Estas operaciones de exportación suponen el primer paso de la estrategia de internacionalización de la empresa que alcanza su expresión definitiva con la creación de sucursales y filiales, según el grado de penetración en el mercado extranjero.
Con el consumo interno en niveles mínimos, las empresas deben apostar por las exportaciones y la internacionalización para sortear la crisis. Sin embargo, acometer la salida al exterior no es sencillo, especialmente para las pymes, en muchos casos faltas de formación y recursos para afrontar este paso.
Desde distintas fuentes escuchamos las palabras emprendimiento, exportación e internacionalización como las recetas mágicas para salir de la crisis. Se fomenta la exportación, pero ¿es la estrategia internacional correcta para las empresas en el corto, medio y largo plazo?
Si analizamos la situación vemos que las empresas practican la exportación reactiva en vez de proactiva; es decir, tras la caída de ventas en el mercado interno, la empresa reacciona intentando realizar una serie de acciones para vender en el exterior. En otras ocasiones, se crea un departamento de exportación que se encarga de abrir nuevos mercados, con objetivos comerciales cortoplacistas y no planificados.
Pero hay que prestar atención ya que el objetivo cortoplacista que se marcan algunas empresas para penetrar rápidamente en un mercado, mediante liderazgo de costes o reducción de sus márgenes, puede acarrear un deterioro indirecto en la cuenta de resultados. De forma que si se sigue la estrategia de tener un departamento de exportación para vender en el exterior, bajo lo comentado anteriormente, solamente conseguiremos poner un parche a la situación de caída de ventas en el mercado doméstico. Y se habrá aportado muy poco valor añadido a la creación de marca y crecimiento internacional de la compañía.
Pero se puede seguir una estrategia internacional con un planteamiento más a medio y largo plazo. Para ello se debe realizar una profunda reflexión sobre el modelo de negocio de la empresa actual y futuro, el papel que quiere desempeñar en el mercado global y definir la ventaja competitiva de la compañía.
La internacionalización no es una decisión aislada, ni un departamento de exportación que vende a diferentes países, es un largo proceso de transformación de la empresa, en el que la actitud es clave para el éxito del proceso y no tiene marcha atrás. Debe ser estratégica, planificada por objetivos y constante.
Nuestra experiencia nos ha demostrado que la internacionalización evita la desaparición de muchas pymes y, que a medio y largo plazo, se convierten en cuatro veces más grandes que las que no invierten, ni exportan, gracias a que incrementan sus índices de productividad y se hacen más competitivas, generando así mayor ocupación, más empleo cualificado y mejor retribuido.
¿Recomendaciones para la internacionalización? La primera es la humildad para saber que eres el último que has llegado al mercado y debes ganarte el puesto que te mereces. La segunda es la planificación, estudiando dónde y cómo eres competitivo. Y la tercera es la paciencia para esperar los resultados.
En conclusión, las empresas deben seguir evolucionando e implantar en toda la organización una estrategia internacional, transmitida desde la dirección a todos los integrantes de la misma. Lógicamente, esto no se consigue de la noche a la mañana. Es un proceso complejo, pero como todo esfuerzo, tiene recompensa.
Navarra no podrá ser competitiva si no lo son sus empresas, y sus empresas no podrán ser competitivas si no están internacionalizadas.