Los hombres de azul de Arrasate

Cantaba Manolo García que “con los hombres azules” se iría al azul desierto. “Es lo que deseo”. Pues Jagoba Arrasate, entrenador de Osasuna, se va a llevar a sus hombres de azul y, con ellos, a todo el osasunismo a Sevilla, a La Cartuja, donde va a disputar, nada más y nada menos, la final de la Copa del Rey. Esos hombres de azul, como así se dirige también a ellos el técnico de Osasuna, le acompañarán a la capital hispalense pero también a Barcelona, a Cádiz o a Tajonar, donde pulen el rendimiento del equipo de la Primera División. El color azul es el elegido para vestir, en la ropa de entrenamiento, a entrenadores y miembros de los cuerpos técnicos de los diferentes equipos de Osasuna. Los del primer equipo no son una excepción. Y ese color sirve para identificar al segundo entrenador, los preparadores físicos, los fisioterapeutas... y también a Arrasate. Él es el que da la cara por todos ellos, son sus hombres de confianza. Por su parte los miembros del cuerpo técnico rehuyen cualquier protagonismo. Prefieren no tener la atención de las cámaras y realizar su trabajo desde el anonimato. Jagoba Arrasate hace de escudo. Les protege. Para él, son piezas imprescindibles en el engranaje que le han llevado a asentar a Osasuna en la Primera División y a alcanzar, por segunda vez en la historia del club rojillo, una final de la Copa del Rey. Y ellos responden con trabajo. A su derecha, si se mira de frente el banquillo de El Sadar, se sienta Bittor Alkiza, su segundo, su ayudante, y, por lo extenso de su relación, su amigo. Alkiza (San Sebastián, 1970) forma parte del cuerpo técnico de Arrasate desde la temporada 2013-2014. Pasó a ser tercer entrenador del primer equipo de la Real Sociedad junto al de Berriatua. En el 2015, los dos cogieron las riendas del Numancia, donde permanecieron tres campañas. En la fría Soria, un histórico playoff de ascenso a Primera les situó en el mapa de calor del fútbol nacional. El estadio de Los Pajaritos sirvió de antesala para su llegada a Osasuna, club en el que cumplen su quinto curso. En una entrevista anterior, el segundo entrenador dijo que la buena comunión entre los dos puede residir en que tienen pensamientos parecidos pero que los dos son muy diferentes. Alkiza, además, destacó las facilidades que da Jagoba para trabajar. “Te deja trabajar y ser de la manera que tú eres”, destacó. El actual entrenador de porteros Richard Sanzol (Pamplona, 1976) va a vivir la segunda final de la Copa del Rey con Osasuna. En el 2005 era el primer portero del equipo, aunque Juantxo Elía disputaba los partidos de la competición del K.O. Ahora, como uno de los hombres de azul de Jagoba, vivirá la final de Sevilla. El navarro tiene parte de culpa de que este trayecto haya llegado hasta la línea de meta. Su famoso botellín de agua con las consignas de los lanzamientos de penalti en el Benito Villamarín no fue más que la guinda al trabajo en la sombra. Las suertes de Sergio Herrera, Aitor Fernández o Pablo Valencia estarán en sus manos. Sanzol, criado en Tajonar y con una experiencia de ocho temporadas en el primer equipo rojillo, asegura que vive el partido como lo va a hacer todo el osasunismo. “Con la ilusión de poder disputar una final y tener la opción de llevar un título a las vitrinas del club”, explica. El portero pamplonés de 47 años destaca que el día a día con Jagoba “es fácil”. “Delega mucho en sus ayudantes y la verdad es que lo hace muy llevadero”, añade. Sergi Pérez (Tarragona, 1980) es el jefe de los preparadores físicos de Osasuna y el encargado de poner a tono a los futbolistas. Suya es la responsabilidad de que lleguen lo mejor posible, por ejemplo, a este tramo final de la temporada. Es de los primeros en saltar al verde de Tajonar para preparar los ejercicios. Y el último en irse tras recoger todo. En los partidos calienta con los suplentes en la banda y les da las consignas necesarias antes de saltar al campo. Llegó al club rojillo junto a Jagoba Arrasate y Bittor Alkiza en la temporada 2018-2019. Con ellos coincidió también en el Numancia, entidad en la que él ya trabajaba antes de que llegara la pareja de técnicos vascos. Sabe bien cómo se trabaja al lado de Arrasate. “Trabajar con Jagoba significa naturalidad y normalidad en el día a día que para nosotros es lo más importante”, asegura. El preparador físico destaca que llegar a la final “significa algo histórico, muy grande”. “Es el premio a un trabajo que viene ya desde hace muchos años”. Pablo Iriarte (Pamplona, 1992) forma parte del equipo que capitanea Sergi Pérez. Es el readaptador y preparador físico. Su inconfundible coleta rubia trota junto a los futbolistas tocados o lesionados por los campos de Tajonar. “Trabajar con Jagoba es muy sencillo que se valora en el día a día, muy pedagógico y sobre todo en el que se valora el proceso y no solo el resultado, algo poco común en el fútbol profesional. Nos hace disfrutar mucho del trayecto, de la sencillez y de la cercanía de las relaciones humanas”, asegura. Para el preparador físico de 30 años, la final representa la culminación del trabajo realizado este curso y durante los años anteriores. “Haber llegado a la final es algo inesperado y una sorpresa para poner la guinda en el pastel a esta temporada que está siendo muy buena y a estos cuatro años que venimos trabajando”, recalca. No hay dos sin tres y Juantxo Martín (San Sebastián, 1976) forma parte también del grupo de preparadores físicos en los que confía Jagoba Arrasate. “Trabajar con Jagoba es sencillo. Lo hace fácil en el día a día porque nos transmite tanto confianza como alegría en el trabajo diario”, explica. Como un sueño describe qué significa para él disputar esta final. “Haber llegado a esta final supone un sueño para mí y para el osasunismo”, señala rotundo. Rubén Berrogui Baigorri (Pamplona, 1979) es el analista del equipo. Sigue los partidos desde una zona superior del estadio, ya sea en las cabinas de El Sadar o en la grada dependiendo del estadio y baja al vestuario en el descanso. Tiene menos de quince minutos para transmitir la mayor información posible de la forma más directa y sencilla. Es el nexo de unión entre un potente ordenador con miles de datos y los futbolistas. Sus labores se centran en su propio equipo, ya sea en su conjunto o desgranando jugadas de estrategia, pero también en los rivales. Llega a analizar hasta media docena de partidos cada semana. Su contacto con el entrenador debe ser directo y fluido. “Trabajar con Jagoba Arrasate es muy sencillo. Después de cinco años ya, más o menos, mirándole a los ojos sabes las necesidades que tiene. Lo mismo me pasa con Bittor, el segundo. La verdad que el día a día es cómodo y fácil porque ya nos conocemos”, apunta el navarro. Como pamplonés y osasunista de cuna, a Rubén Berrogui le hace especial ilusión la final de la Copa del Rey. “En la anterior, la de 2005, estaba con el Infantil A en un torneo en Logroño. La vimos todos juntos. Para mí, siendo de la casa, haber vivido esta etapa desde el fútbol base... Son más de diez años donde he podido mamar este sentimiento todo este tiempo. Es muy ilusionante”, concluye.

Los hombres de azul de Arrasate

Sencillez, naturalidad, confianza son tres de los sustantivos que los miembros del cuerpo técnico del entrenador de Osasuna utilizan para contar cómo se trabaja en el día a día en el primer equipo del club rojillo

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