A este extraordinario Osasuna no se le veía venir. Con rotaciones en sus filas ante el histórico partido de Copa que le viene y en una cancha inexpugnable de todo un Sevilla en franca mejoría, llegó de repente una de las mejores actuaciones de la temporada. Por la imagen, con una versión de equipo hecho, veloz y valiente. Y por el resultado, con tres goles que rompieron la sequía anotadora y que pudieron ser tranquilamente más. Decía en la previa Jagoba Arrasate que la mejor forma de llegar a la semifinal era alcanzando esa doble vertiente. Las sensaciones y el marcador. El técnico no pudo cumplir un mejor deseo para agradar a una afición que desde casa sintió como suyo el juego de revoluciones que desplegaron los rojillos y que ya nota el cosquilleo para vivir una noche de emociones fuertes el miércoles.
El de Nervión fue un encuentro apasionante. Hasta tres veces se adelantaba un Osasuna sin temor cada vez que el Sevilla le empataba. Nada le inquietaba. Ni la ausencia de los titulares que estaban en el banquillo ni la fortaleza de su rival como local. Tampoco, esos momentos donde se torcía el camino. Por el VAR o por las acciones de calidad del cuadro de Sampaoli, que no se dio por rendido pese a ser inferior. Abrió brecha David García con un magistral cabezazo, igualó Gudelj con un misil de trayectoria indetectable, Fernando se marcó un autogol tonto que premiaba con justicia a Osasuna, En-Nesyri respondía con una jugada individual espectacular y Abde firmaba el gol del triunfo en una jugada clásica de juego directo que cerró con una definición perfecta. Otra vez el marroquí aniquilaba al Sevilla. Tercera victoria navarra en los tres duelos de esta campaña.
ENORME PRIMERA PARTE
En la noche en que Arrasate confeccionaba una alineación condicionada por el horizonte próximo de la Copa, Osasuna cuajaba una de las mejores primeras partes. Eran de esperar esos cambios. Los hubo en todas las líneas respecto al día del Real Madrid. Ocho en total. Quien pensaba que se trataba de un partido de transición estaba completamente equivocado. El Sánchez Pizjuán se presentaba como un reto gigantesco que conquistar. El Sevilla llevaba cinco de cinco en sus últimas actuaciones. Y resulta que este Osasuna tan novedoso, con seis navarros por cierto, no solo compitió sino que desplegó una superioridad que le hizo ser merecedor de un marcador abultado al descanso. Solo hubo un gol, el de David García tras un extraordinario salto de cabeza, dentro de una colección de oportunidades que por lo que sea se fueron desaprovechando.
El Sevilla no arañó en esta primera parte al torbellino que le vino encima. Un disparo lejano de Lamela que sacó Aitor Fernández, uno de los héroes de ayer, fue lo único que produjo en ataque. Este Osasuna precopero tomó el pulso del partido enseguida para mandar, amenazar y golpear. Funcionaba el planteamiento de Arrasate, de vocación ofensiva, dinámico y con esa personalidad que gusta para mirar a la cara a un equipo de más potencial. Pablo Ibáñez tomó la dirección del eje central con su despliegue, poderío y sentido táctico. Diego Moreno puso el freno a Bryan Gil. Darko se soltó hacia adelante ganando el espacio. Moncayola cabalgó a campo abierto en la banda derecha. Aimar Oroz jugaba con pegamento en la bota para proteger la pelota y lubricar el juego. Kike Barja era un cuchillo para rajar la banda derecha sevillista. Y Kike García se buscaba los remates en el área.
Resultó vistosa esta primera parte por el fútbol que exhibió un Osasuna que iba ganando esa batalla posicional contra un Sevilla de tres centrales. Moncayola dispuso del primer acercamiento peligroso. La velocidad se había convertido en un aliado. Kike Barja centró desde la línea de fondo y el de Garinoain apareció completamente desmarcado con la portería a su favor. El remate no fue académico. Golpeó la pelota primero en el suelo y Bono la mandó a córner. La rabia de la ocasión desaprovechada se pasó pronto. El saque de esquina que mandó Barja fue sobre el espacio aéreo de David García, que se elevó sobre la defensa andaluza para mandar el balón ajustado y trazando una línea recta en la trayectoria sin opción para Bono. De la Fuente tomaba nota en el palco.
Era el minuto 17 y ese gol le haría todavía mejor a Osasuna en lo que quedaba de periodo. El 0-2 no subió a continuación solo por milímetros. El VAR emitió un diagnóstico que la imagen de televisión tampoco aclaró, para anular el gol de Barja por un fuera de juego de despacho. Cuatro talentos de Tajonar habían firmado una sensacional jugada. Aimar Oroz libró la presencia de tres jugadores de Sevilla en una banda con gestos de alta escuela y cedió atrás para Moncayola, que vio la entrada de un Pablo Ibáñez que estaba siendo un coloso en el Sánchez Pizjuán. El centro fue para Barja, que celebró el gol con una dedicatoria especial hasta la deliberación contraria del VAR.
Seguía el 0-1. Ese disgusto no dejaba secuelas. Osasuna estaba cómodo en los contragolpes. Moncayola sirvió el pase profundo a Barja, que se jugó el uno contra uno en el área cuando Kike García aguardaba el pase. El de Noáin estaba en todas. La intensidad era máxima. Después, metía un pase a Darko que ponía un pase al que no llegó por poco el ariete rojillo. Las contras eran de vértigo. Aimar impartía una lección.
La primera parte terminaba con una doble ocasión para marcar ese segundo gol que se resistía. Kike García remataba el enésimo centro de Barja y Bono hacía la parada de la noche sacando una mano milagrosa. En el añadido, de nuevo el manchego se revolvía bien en el área, pero no dio a la pelota la dirección deseada. Se lamentaba porque el marcador era corto para los méritos.
AGUANTAR Y RESPONDER
Sampaoli andaba preocupado en la banda y en el intermedio decidió poner una defensa de cuatro. Hubo zafarrancho en una segunda parte de alternativas. Osasuna aguantó y respondió ante todo.
En-Nesyri no se explicaba cómo no ha podido batir a Aitor Fernández, que con sus reflejos salvó por dos veces a bocajarro y desde el suelo. Era evidente que el Sevilla apretaría, pero no era cuestión de meterse atrás. Aimar Oroz y Kike García probaron sendos disparos. Certero fue el de Gudelj, que soltó un zapatazo que sorprendió al meta de Osasuna por el efecto extraño que cogió. Barja estaba en el suelo protestando una falta anterior.
Nadie se descompuso. Volvieron los rojillos a ponerse por delante, esta vez con fortuna. Bono salió en falso y una pelota que caía pegó en Fernando en su pelea con Aimar para tomar una dirección endiablada y cruzar la raya pese a los intentos de Gudelj en salvar el autogol.
Sufrió después de Osasuna, que tuvo la cabeza fría. Subía la agitación. En-Nesyri lanzó al palo en una acción invalidada antes, Gudelj lanzaba otro peligroso misil y Suso sacaba un disparo en la frontal que obligaba a Aitor a lucirse de nuevo con una estirada. El 2-2 lo marcaba el sevillista marroquí tras una pérdida de balón y una conducción en la que se quitó de su camino a Aridane y batió con hambre de delantero al brillante portero de Osasuna.
Arrasate quería más que el punto. Soltó en el campo al Chimy y Abde. Pura dinamita. La resolución no pudo ser mejor. Saque en largo de Aitor, salto de cabeza que ganó Pablo Ibáñez, uno más del recital que dio por alto, y carrera vertical de Abde con todo el campo para él. No falló ante su compatriota Bono, que veía cómo en los últimos minutos de partido en la portería contraria Aitor Fernández evitaba el 3-3 con otra gran parada a tiro de Telles. Triunfo de prestigio de un Osasuna espléndido antes de la Copa. Que llegue el miércoles
SEVILLA: Bono; Jesús Navas (Montiel, m.83), Nianzou, Fernando (Telles, m.83), Gudelj, Bryan Gil (Ocampos, m.57), Pape Guaye; Lamela (Suso, m.46), Rakitic (Acuña, m.46), Óliver Torres; y En-Nesyri.
OSASUNA: Aitor Fernández; Diego Moreno, Aridane, David García, Juan Cruz; Pablo Ibáñez (Torró, m.88) Moncayola (Manu Sánchez, m.70), Darko Brasanac, Kike Barja (Abde, m.81), Aimar Oroz (Moi Gómez, m.70); y Kike García (Chimy Ávila, m.81).
GOLES: 0-1, M.17: David García. 1-1, M.63: Gudelj. 1-2, M.67: Fernando, en propia meta. 2-2, M.78: En-Nesyri. 2-3, M.84: Abde.
ÁRBITRO: Pulido Santana (Comité Canario). Expulsó con roja al sevillista Fernando (m.94) por protestar cuando ya estaba en el banquillo. Además, amonestó a los visitantes Aimar Oroz (m.12) y Kike Barja (m.65) y a los locales Pape Gueye (m.43), Acuña (m.79), Ocampos (m.88) y En-Nesyri (m.94).
INCIDENCIAS: Ramón Sánchez-Pizjuán ante 34.538 espectadores.
Osasuna responde con los cambios
Podría interpretarse que era un encuentro de transición a la Copa, pero de eso nada. Arrasate se guardó balas en el banquillo, pero los que salieron respondieron a las mil maravillas. Era uno de los campos más complicados y el equipo cuajó uno de los mejores partidos de la temporada.
Resultado corto en la primera mitad
Hubo una clara diferencia entre los dos equipos en la primera mitad. Osasuna se adaptó rápido al partido. Trenzó posesiones que acababan en remates o bien encontró en el contragolpe como arma para desarbolar al Sevilla. Marcó David García, pero pudo hacerlo Moncayola, Kike Barja (lo anuló el VAR) o Kike García en dos ocasiones. El 0-1 era un marcador escaso para los méritos.
El Sevilla empata en dos ocasiones
Osasuna supo leer bien el partido tras el descanso, cuando se esperaba la reacción de un Sevilla hasta entonces apagado. Los de Sampaoli, que pasó a jugar con defensa de cuatro, empataron en dos ocasiones, pero Osasuna nunca se echó atrás y respondió con ambición. A cada gol, la réplica era la misma. Hasta que Abde puso la sentencia. No pudo ser más merecida la victoria en Sevilla.
Un partido de nombres propios
Se lució con sus paradas Aitor en la segunda parte. A En-Nesyri, Suso y Telles, la última. Fue un partido de nombres propios. David García, más allá de su gol, fue el bastión atrás. Y hubo dos gratas sorpresas: Pablo Ibáñez hizo su mejor partido marcando los tiempos y estando siempre en el sitio adecuado y Kike Barja fue un filón en la banda, con cotinuos centros, desbordes y una actitud que destacar.
Y ahora, todos los sentidos en la Copa
A Arrasate le salió perfecta la jugada. Reservó titulares para el miércoles y ganó, mientras que el Athletic no hizo rotaciones y perdió, con lesionados además. Toca pensar en la Copa.