Son jóvenes, navarros y con la cartera llena. Sin embargo, sus Sanfermines no son como los de los demás. Los jugadores de Osasuna viven la Fiesta de una forma diferente. Les toca trabajar. San Fermín y Osasuna son los grandes iconos de Navarra, pero apenas se tocan. Bueno, en ocasiones sí que encuentran algún pretexto para relajarse y marcarse un baile.
Chupinazo en el 2000 para celebrar el ascenso a Primera
El 6 de julio de 2000, como homenaje por el reciente ascenso, el capitán de Osasuna César Palacios lanzó el Chupinazo rompiendo la tradición institucionalizada en 1941 que adjudicaba a los alcaldes el monopolio. Este año, Juan Carlos Unzué, otro osasunista, ha sido el encargado de prender el cohete para visibilizar la lucha contra la ELA.
Una veintena de jugadores celebraron en mayo de 2000 el ascenso a Primera con un ‘encierro’ sin toros
No eran unos sanfermines de verdad. De hecho, la fotografía se realizó en mayo de 2000. Una veintena de jugadores del primer equipo quisieron colaborar en la realización de un reportaje para Diario de Navarra simulando un encierro en Santo Domingo tras el ascenso a Primera. Pero en aquellos años, la hornacina estaba vacía excepto en las fiestas, así que los jugadores Alfredo y Josema treparon hasta allí para colocar una imagen del Santo. Y luego ‘corrieron’ el encierro. Sin toros, claro.
Carreras por la banda de El Sadar y por la calle Estafeta
En los regímenes disciplinarios de los clubes de fútbol se recoge en letra mayúscula y negrita la prohibición de que los jugadores participen en espectáculos taurinos. Quizá alguno se lo haya saltado ‘a la torera’ y camuflado, pero generalmente suelen esperar a la retirada, como en el caso de César Cruchaga, para correr la banda de la Estafeta.
Uno blanco y otro rojo... y a los toros en buena armonía
En 1985 acudieron al tendido de sol el osasunista Enrique Martín y el madridista Juanito, ambos futbolistas en activo. Juanito era uno de los jugadores más controvertidos del fútbol español y archirrival de Osasuna, incluso en una ocasión se lanzó un cerdo al césped de El Sadar con su camiseta. Y pudo presenciar la corrida sin ningún problema.
Fichaje cerrado en plenos Sanfermines
Aunque Pamplona pare del 6 al 14, las oficinas del club está en plena ebullición de fichajes. El polaco Trzeciak, hoy establecido en la ciudad, llegó el 7 de julio del 1998, y, sin conocer el idioma ni qué era eso de San Fermín, le encasquetaron el pañuelo al cuello.
Los primeros en cantar el ‘Pobre de mí’... y, con el pañuelico rojo, a correr por el pirineo oscense
El calendario futbolístico obliga a los jugadores a cantar el ‘Pobre de mí’ antes de lo que les gustaría. El inicio de la pretemporada se suele solapar con las fiestas, por lo que apenas disponen de cuarenta y ocho horas para vivirlas como el resto de los mortales. Este año, la vuelta al trabajo la marca el día 8, pero en 2006 arrancaron el 6 de julio en el Pirineo de Huesca con una buena sesión física. El pañuelico al cuello fue el único consuelo que tuvieron para no olvidarse de lo que se dejaban en Pamplona.
Para celebrar los triunfos, visita a la Diputación, al Ayuntamiento... y a la capilla de San Fermín
Osasuna celebró su último ascenso, en mayo de 2019, recorriendo las calles y plazas de Pamplona transmutadas sobre un mar de camisetas rojas que quisieron acompañar y felicitar al equipo. Además de la celebración en la calle, plantilla, técnicos y directivos rindieron visita a las dos instituciones de la ciudad, el Palacio de la Diputación y el Ayuntamiento de Pamplona. El momento más recogido de la fiesta, aunque no el menos emotivo, fue la visita a la Capilla de San Fermín en San Lorenzo, cuando los dos capitanes, Oier y Roberto Torres, pusieron un pañuelo a la figura del Santo mientras sonaba la jota Qué hizo a San Fermín llorar.
Una hornacina en el túnel de vestuarios
En noviembre, Osasuna remodeló el túnel de acceso a los vestuarios y junto a la frase de David Beriain, el periodista navarro asesinado en Burkina Faso, “Aquí honramos nuestro pasado”, situó una hornacina similar a la de Santo Domingo con un San Fermín.