Obituarios
La calle oscura de Tina Turner

Publicado el 26/05/2023 a las 10:57
Asomado a la ventana de una casa en este pueblo pequeñito observo una calle mal iluminada, estrecha y solitaria. Es de dirección única y termina en el cementerio. Es como la vida, de dirección única. Parece una metáfora macabra que la calle que te lleva a la muerte sea la de la vida como se me antoja un mal chiste que Tina Turner la estrella del rock que hacía minúsculos a miles de espectadores que la jaleaban en sus directos fuera víctima de malos tratos. Parece un mal chiste que la mujer que devoraba el escenario con su potente pisada fuera una hormiguita aplastada por Ike Turner, su marido. Tina vivió literalmente atada a los excesos de una pareja que la agredía. Había sufrido una infancia infeliz, el abandono, la muerte prematura de familiares queridos y un matrimonio violento, una carrera estancada y la ruina económica. Es difícil encontrar en la historia del rock a una cantante tan popular con una vida tan complicada pero capaz de llenar escenarios con esa garra y un bramido que parecían el camino de la liberación de tantas penalidades, como si aprovechara esas tardes de espectáculo para rugir con cada canción y sacar fuera los miedos que la sometían en casa. Ha muerto de un cáncer intestinal pero sería injusto terminar aquí el relato de su vida larga sin mencionar su capacidad de salir de ese agujero o sin citar a Erwin Bach, el hombre que la acompañó a partir de 1986 y con quien compartió una vida renovada. “Sus besos me consuelan de la calle oscura que ha sido mi vida”, dijo en alguna ocasión.
Asomado a la ventana de esta casa en medio de la noche, observo la calle malamente iluminada. Se llama calle de la vida y al fondo se atisban las sombras de los cipreses del cementerio. Pero está tan oscura que da miedo. Tiene que ser la calle oscura de la vida de la que hablaba Tina Turner. Al fondo una farola ilumina tenue unos metros. Una pareja se besa bajo ella. Y me acuerdo de Tina y de Erwin, el hombre con quien rehizo su vida. Y pienso que toda vida tiene derecho a una farola sobre ella y a gente como Erwin. Y me viene al recuerdo “The best”, la canción icónica de Tina. Y me electrizo.
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