'Rescatan' las pinturas de Pitti Bartolozzi del antiguo colegio Maristas de Pamplona

El colegio de los Maristas en Pamplona, cerrado desde 2009 y que se va a transformar en un edificio residencial, guardaba un tesoro oculto en sus aulas infantiles: varias pinturas murales que había ejecutado Francis Pitti Bartolozzi, una de las artistas más singulares y prominentes del siglo XX en Navarra. Esas joyas, dibujos infantiles que adornaban la clase de los niños de 6 años, se han rescatado. Se han despegado de las paredes y esperan en algún depósito municipal hasta que sean colocadas de nuevo, en principio en el nuevo civivox que se construirá en ese lugar para el Segundo Ensanche. En los años 50 Francis Bartolozzi (Madrid, 1908-Pamplona, 2004) y su marido, Pedro Lozano de Sotés (Pamplona. 1907-1985) se habían hecho un nombre en el panorama artístico navarro. Francis había creado decorados de teatro en las Misiones Pedagógicas y también en el Gayarre, había publicado historias ilustradas para la revista Crónica o ABC o fue muy posiblemente la autora del primer cómic realizado en Navarra. Los condicionantes de aquellos años hicieron que quedara a veces en segundo plano respecto a su marido, con quien trabajó conjuntamente en muchas ocasiones. Lozano de Sotés destacó como cartelista y firmó hasta en siete ocasiones el anunciador de los Sanfermines. El trazo colorista de Francis se trasladó también a las pinturas murales. Trabajó en bares e iglesias y adornó las aulas de la Escuela de Peritos Agrícolas de Villava o la del colegio de Salesianos. En 1959, al año siguiente de que los Maristas abrieran su centro educativo en la calle Sangüesa de la capital navarra, encargaron al matrimonio que adornara las aulas de los más pequeños. Francis llenó las paredes de imágenes en la que aparecen desde soldaditos hasta vírgenes y ángeles, pasando por granjeros y animales. Las pinturas han permanecido allí hasta hace unas semanas. Tras el traslado del colegio a Sarriguren y la aprobación del proyecto que vaciará el antiguo edificio, obra de Víctor Eusa, para construir viviendas, comenzó a pensarse en una solución para evitar que las pinturas desaparecieran, como había ocurrido con las de la Escuela de Peritos de Villava o los que dieron color a bares y restaurantes. “Al ser algo relativamente moderno, no se daba importancia”, señala Pedro Lozano Úriz, nieto de la artista y crítico de arte de Diario de Navarra. El rescate de las pinturas pasó por su cesión. En mayo del año pasado los Maristas donaron a Pamplona las pinturas, dejando en mano del Ayuntamiento su extracción e instalación en otro lugar. De trabajo de salvación se encargó la empresa Sagarte, con una técnica que parece despegar las pinturas, ya que consigue llevarlas a una tela, desde la cual puede traspasarse a un lienzo, a otra pared u otro tipo de soporte. En un principio, el destino de las pinturas será el civivox que se prevé abrir en el entorno del colegio reconstruido. El colegio Maristas del Segundo Ensanche en Pamplona, obra de Víctor Eusa, se inauguró en 1958, dejando el antiguo de Navas de Tolosa (San Luis) para mejorar en instalaciones y amplitud. Se llegó a superar los 1.500 alumnos con oferta educativa desde el ciclo infantil de 3 años hasta el bachillerato con 18 años. En 1959, con el fin de darle al recién estrenado centro un aire acogedor, la dirección de maristas formada por los Hnos. Erro y Víctor Pastor se pusieron en contacto con el matrimonio de moda en aquella época en Navarra, los pintores Francis Bartolozzi y Pedro Lozano de Sotés, con el fin de que adornaran el aula de los niños de 6 años. Francis realizó el encargo y ejecutó una colorida clase con pinturas al temple o témpora sobre las paredes, con temario variado alusivo a la formación de los infantes. En el 2009, el centro se trasladó a Sarriguren. Francis Bartolozzi Sánchez, conocida como Pitti, nació en Madrid (1908) y falleció en Pamplona (2004). Fue una mujer polifacética ya que ejerció de dibujante, grabadora, escritora, pintora, ilustradora de cuentos infantiles y revistas como la Juventud de Maristas. Se casó en 1933 con Pedro Lozano de Sotés, también dibujante, cartelista y pintor. Como afirmaba ella misma: “nací rodeada de dibujantes, pinceles y lápices”, ya que fue nieta, hija, esposa, madre y abuela de artistas. En 1939, el matrimonio Lozano de Sotes-Bartolozzi se trasladó a Pamplona, donde nacieron sus hijos Pedro, Rafael, Marisa y María del Mar y, a partir de 1944, colaboró con la editorial Calleja, en Crónica o Gente Menuda de ABC y en Pregón. En las décadas 50 y 60, pintó murales en colegios, iglesias y comercios, como en la Escuela de Peritos de Villava o en la Sala de Juntas de Arnotegui, así como el aula en el Colegio Santa María la Real. Algunos expertos en Historia del arte consideran a Francis como la primera referencia femenina del arte del s. XX, gracias a su formación pictórica y a las influencias de artistas como Picasso, Joan Miró o Tapies. Hoy podemos disfrutar de su obra en el Museo de Navarra y Reina Sofía de Madrid.

'Rescatan' las pinturas de Pitti Bartolozzi del antiguo colegio Maristas de Pamplona

Los dibujos con los que la artista adornó el aula de infantil en 1959 se han ‘despegado’ de la pared con la idea de trasladarlas al nuevo civivox del Ensanche

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