Tribunales
La condena a 20 años de cárcel de Maxwell cierra el sórdido 'caso Epstein'
El escándalo de tráfico y abuso de menores que protagonizaron el inversor y su expareja ha salpicado incluso a la familia real británica

Publicado el 30/06/2022 a las 09:16
Treinta mujeres, diecisiete años desde la primera denuncia y veinte años de condena. La sentencia, conocida este martes, que declara a Ghislaine Maxwell culpable de participar "en un plan horrible" para que su expareja Jeffrey Epstein abusase de niñas de hasta 14 años de edad cierra uno de los casos más sórdidos de tráfico de menores. Una trama cuyas ramificaciones han salpicado a algunas de las personas más poderosas del mundo, personalidades de la talla del príncipe Andrés de Inglaterra.
El papel de Maxwell fue clave como captadora de las menores de las que luego Epstein abusó. La 'madame' de la trama llegó a Nueva York en 1991 dispuesta a codearse con la élite de la Gran Manzana gracias a la fortuna de su padre, el magnate de la prensa británica Robert Maxwell. Y lo hizo. Entre sus amistades se contaban el príncipe Andrés, Donald Trump o la familia Clinton.
La tragedia se cruzó en su camino. El millonario empresario, de origen judío, nacido en Checoslovaquia y que tuvo que huir de los nazis a Reino Unido, se ahogó al caerse de su yate bautizado 'Lady Ghislaine' por su adorada hija.
Sin embargo, la vástaga mantuvo su opulento tren de vida gracias a una figura a cuyo destino estuvo ligada para siempre: Jeffrey Epstein. Hijo de un empleado de parques neoyorquino, terminó dando el salto a la banca de inversiones, donde acumuló una enorme fortuna. Presumía de ser un hombre hecho a sí mismo. Cultivó una imagen idílica, a base de donaciones millonarias -entregó 30 millones de dólares a la universidad de Harvard y financió investigaciones contra el cáncer-. Ambos se conocieron a principios de los 90 y comenzaron una relación que luego se truncó y acabaron siendo "mejores amigos", según confesó el propio Epstein a la revista 'Vanity Fair' en 2003.
Lo que entonces no se sabía era que la pareja de "amigos" llevaba diez años captando menores con las que tener relaciones sexuales. La periodista que escribió aquel artículo, Vicky Ward, ya escribió entonces que Epstein "es un hombre al que le gustan las mujeres. Montones de mujeres, la mayoría jóvenes".
La denuncia del MeToo
La liebre saltó en 2005. Un matrimonio denunció en una comisaría de Palm Beach que su hija adolescente había sufrido abusos sexuales. Fue solamente la primera de la cascada de denuncias que se interpusieron contra Epstein y que agrietaron su imagen al estilo del personaje central de 'El Gran Gatsby'. Sin embargo, el financiero logró sofocar la mayoría de ellas a base de cerrar acuerdos con las víctimas para indemnizarlas económicamente. Hasta la eclosión del movimiento MeToo, de denuncia de los abusos de los poderosos del mundo.
Una treintena de mujeres elevaron la voz y acusaron a la dupla Epstein-Maxwell de haber tejido una red de captación y tráfico de menores con fines sexuales. Maxwell participó en al menos cuatro casos entre 1994 y 2004. Captaba a chicas criadas en ambientes económicos desfavorecidos y se ganaba su confianza: las llevaba al cine, al teatro, de compras...
Las persuadía para que diesen un masaje erótico a Epstein y mantuvieran relaciones sexuales con él a cambio de dinero. Tenían lugar en sus residencias de Florida, Nuevo México, Santa Fe, Nueva York o Londres. Algunas de las víctimas apenas tenían 14 años. Según testificaron algunas de ellas durante el juicio, que tuvo lugar en noviembre, Maxwell incluso estaba presente en alguna de las sesiones para infundir confianza en las menores.
Fue detenida en julio de 2020 y desde entonces ha estado en prisión. Un jurado popular la declaró culpable de cinco delitos de tráfico sexual, relativos a la captación y adiestramiento de adolescentes. La lectura de la sentencia, no obstante, no llegó hasta esta semana porque la jueza permitió que algunas de las víctimas se manifestaran, pese a no haber testificado durante el juicio.
Muerte en la cárcel
Los abogados de Maxwell la han presentado como un chivo expiatorio porque no se pudo juzgar a Epstein. Se suicidó en su celda poco después de ser detenido en 2019, a los 66 años de edad, antes de enfrentar la acción de la justicia.
El escándalo salpicó al palacio de Buckingham. El príncipe Andrés, el tercero de la reina Isabel II, se codeó durante años con Epstein, con quien mantenía una estrecha relación. Juntos disfrutaron de numerosos viajes y vacaciones... Una de las víctimas de la trama, Virgina Giuffre, la cara visible del 'caso Epstein', le acusó de haber abusado de ellas cuando en 2001, cuando esta tenía 17 años. El príncipe, apartado de la vida pública y a quien Buckingham ha retirado varios títulos nobiliarios, llegó en febrero a un acuerdo económico con ella para que renuncie a la demanda.