Cajoneando
- Enrique López de Turíso
Una de cajoneo le ha valido a SS.MM. los reyes más portadas que los episodios institucionales que han protagonizado en lo que va de año. Más allá de la presumible destreza de Felipe VI con el cajón, me llega su detalle de cercanía; su aproximación al pueblo, más allá de un gesto con la mano en cualquier comparecencia callejera. Y es que, a mí por lo menos, me gustaría sentirles cerca; conocerles; descubrir más detalles; observarles más próximos al pueblo al que representan. Ese es el camino, aun a costa de posibles errores a los que la frecuencia, la prodigalidad y la aproximación de sus actos habrían indudablemente de someterles. Unos reyes pisando el suelo, cuyo amor de la gente les otorgase su impronta, su reconocimiento ciudadano y su real representatividad, más allá de lo que diga nuestra Constitución. Ojalá el cajoneo de Cádiz les haya hecho entender mejor cual es el camino.