Gracias a Isterria

Han transcurrido quince años desde que nuestro hijo Julen ingresara en el Centro Ocupacional Isterria. Han sido quince años de experiencias enriquecedoras como nadie podría imaginar. Vivencias de todo tipo, a veces complicadas, difíciles de gestionar. Agradables las más pero siempre bajo la tutela de un equipo de profesionales maravillosos que han permanecido en todo momento fieles a su labor de ayuda y orientación ante las necesidades de los chicos y chicas. Nunca agradeceremos lo suficiente la inmensa labor que este grupo de personas ha realizado durante tantos años y realiza en la actualidad en favor de personas necesitadas de una ayuda especial para su formación. Un esfuerzo que, como padres de Julen, podemos decir que ha dado extraordinarios frutos. Era Julen cuando ingresó un chico de once años a quien en un principio costó horrores adaptarse. Ello, sin embargo, no fue si no el principio de un reto que en Isterria afrontaron con la mayor dedicación, esfuerzo, capacidad y, ante todo, vocación. Las fiestas de Navidad, excursiones, visitas a centros, a Osasuna... No hay espacio para citar las innumerables actividades que nuestros hijos e hijas han podido disfrutar. Sin olvidar, por encima de todo, el día a día, el trabajo de tantas personas que han colaborado por mejorar la calidad de vida de nuestros hijos para hoy y para el futuro. No puedo citar nombres porque alguno olvidaría de psicólogas, logopedas, cuidadoras y cuidadores, etc, que han acompañado a nuestro hijo durante esta etapa de su vida. No quiero terminar, sin embargo, sin nombrar a los amigos con quien Julen ha tenido la suerte de compartir su último curso en la Casita: Rubén, Pablo, Iñaki, Hendri, Jorge el jukoka compañero de taller y mención especial para Iván, por esa nota que le dedicó a Julen y que, aun pasados los días, me emociona cada vez que la leo. “Me da mucha pena que te vayas. Me lo he pasado muy bien contigo en la casita y en el taller. Son muchos años juntos. Si se puede algún día hablaremos por teléfono. Disfruta mucho de esta nueva etapa que te viene”, concluía. Con la educación y enseñanza que ha adquirido y con amigos como ellos, no dude que a Julen le ha de ir bien. Tal como desea él que le vaya bien a todos quienes a lo largo de estos años le han acompañado en el centro, compañeros y profesionales a quienes nunca olvidaremos. Gracias, campeones.