Formas de aprendizaje para distintas mentes
- Alba Rodríguez Ezpeleta
Los estudios son la actividad más importante para los adolescentes. Pasan la mayor parte del día en el colegio y es a lo que más tiempo dedican en sus horas libres. Se les enseña a todos de la misma forma y de todos se espera buenos resultados independientemente de sus capacidades. En muchos casos, no se ofrece la ayuda adecuada a estudiantes con trastornos como TDAH o dislexia. Se da por hecho que una persona con estas dificultades puede aprender de la misma forma y con las mismas facilidades que una persona sin ellas, y si no consigue seguir el ritmo del resto, se atribuye a una falta de esfuerzo o madurez. Es necesario que se tenga presente que al igual que hay distintos caminos para llegar a un sitio, hay distintas formas de que la información llegue al cerebro y que, dependiendo de cada alumno, una forma puede potenciar más sus capacidades que otras. Si esto no se tiene en cuenta, la autoestima de la persona puede cambiar negativamente. Como dijo Albert Einstein: “Todos somos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad para trepar a los árboles, pasará toda su vida sintiéndose estúpido”. Por ello es importante saber que no se puede descalificar a las personas por el simple hecho de que no aprendan de la misma forma que los demás. A lo largo de la Historia hay numerosos ejemplos que han demostrado esto, como Albert Einstein, Henry Ford, John F. Kennedy o John Lennon: a todos se les menospreció de niños por padecer dislexia o TDAH, pero todos fueron revolucionarios a pesar de sus dificultades.
La sociedad del futuro necesita talento y creatividad, algo que abunda en las personas con TDAH y otros trastornos, incluso por encima de la media. No desperdiciemos semejante potencial, lo vamos a necesitar.