Fomento recupera el TAV para Navarra
El borrador del nuevo convenio sobre el corredor de alta velocidad en Navarra concreta que el tramo Castejón-Pamplona finalizará en el 2023 con un coste cercano a los mil millones de euros
- Diario de Navarra. Pamplona
Mientras el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, detalló ayer con claridad al vicepresidente Manu Ayerdi las características y los plazos para la construcción en Navarra del corredor ferroviario de alta velocidad crecen las dudas sobre el apoyo al proyecto del Gobierno de Uxue Barkos.
Las fuertes discrepancias que mantienen los grupos de cuatripartito sobre la infraestructura tuvieron ayer su colofón cuando el vicepresidente rectificó sin miramientos a la portavoz de su propio Ejecutivo. María Solana había asegurado en vísperas de la reunión con el ministro que rechazaban el proyecto original del TAV, con estándares de ancho internacional, dado que la apuesta de la coalición era insertar tan solo un tercer hilo en el trazado actual.
Horas después su compañero de gabinete Manu Ayerdi le enmendaba la plana, al asegurar que esa solución “ni incrementa capacidad ni soluciona el problema de estándares”. Razón por la que el vicepresidente de Desarrollo Económico aspira a “un corredor potente estratégico para Navarra que tenga capacidad suficiente”. En definitiva su posición coincide grosso modo con los planes del Ministerio de Fomento.
El ministro De la Serna le entregó el borrador del nuevo convenio, según el cual la alta velocidad llegará a Navarra en el año 2023, con un coste para el tramo Castejón-Pamplona (75 km) cercano a los mil millones de euros. La nueva plataforma con doble vía de ancho internacional para tráfico de pasajeros y mercancía, incluirá un puente sobre el río Ebro en Castejón que enlazará con la conexión de Zaragoza.
Además del pago de 45 millones que se adeuda a Navarra, se fijan la condiciones de financiación, las fechas y los plazos de los proyectos pendientes como la supresión del bucle de Pamplona y la conexión con la Y vasca.
Frente a la concreción del nuevo convenio sobre garantías, financiación, plazos, redacción y licitación de proyectos quien ahora genera intranqulidad y desconfianza es el Gobierno foral. Las desavenencias entre Geroa Bai y sus tres socios no garantiza la mejor colaboración con el Estado. Se trata de una infraestructura esencial para que Navarra no quede aislada de la red ferroviaria europea y resulta bochornoso que sean los gestores forales quienes pongan pegas a una inversión millonaria.