Estellesa de nacimiento y pamplonesa de adopción desde los once años, Goizalde Zurbano Urra trabaja desde hace seis años en Volkswagen Navarra como técnica de mantenimiento. Su primer trabajo fue en Electricidad Iruña para hacer mantenimiento mecánico y eléctrico. Posteriormente, pasó por alguna otra empresa también de mantenimiento hasta que recaló en la fábrica automovilística en 2016, donde le hicieron fija un año después. “Las condiciones aquí son muchísimo mejores que en mis anteriores empleos”, reconoce esta profesional casada y con 2 hijos de diez y tres años. Ha tenido que bregarse en un oficio tradicionalmente masculino y, durante sus primeros años en el mundo laboral, luchar contra los prejuicios. Actualmente sigue siendo la única chica en su área dentro de la fábrica de Landaben, pero se siente valorada y respetada. A la hora de hacer balance de los cambios vividos en Navarra desde que era pequeña, cree que cada vez prima más “el individualismo” en la sociedad. Por contra, considera que se ha avanzado mucho en cuanto a la presencia de la mujer en las esferas del poder, especialmente en la política, así como en tolerancia hacia la diversidad, con una mayor visibilidad de las diferentes orientaciones sexuales.
Lo que ha ido a peor, según comenta, es el ritmo de vida más frenético: “Después de trabajar ocho horas, hay que atender a los hijos con sus distintas actividades y diferentes horarios”. En cuanto al futuro, no oculta su preocupación por la situación de Volkswagen Navarra pese a que recientemente se ha confirmado la electrificación de la fábrica. Achaca su inquietud a la creciente automatización y la continua sustitución de personas por robots. También observa que las ventas de coches están “un poco paradas” tras la pandemia, pero, por otra parte, ve que la marca alemana apuesta por perfiles técnicos como el suyo y le tranquiliza el continuo reciclaje de conocimientos que reciben dentro de Volkswagen Academy.
DNI
Goizalde Zurbano Urra. Nacida en Estella en 1982, se trasladó a vivir a Pamplona a los once años. Fue alumna de la ikastola Lizarra. Orientó su formación hacia la Formación Profesional con un grado superior en mantenimiento industrial en el centro público Virgen del Camino. Su padre trabajó en Volkswagen Navarra y su madre, en Gamesa Eólica. Su primer empleo fue en Electricidad Iruña en labores de mantenimiento eléctrico y mecánico. Con el paso de los años, trabajó en varias empresas más en las que tuvo que afrontar los prejuicios de jefes y técnicos de mantenimiento por ser mujer. Desde hace seis años está en Volkswagen Navarra.