ZONA NORTE OCCIDENTAL
La Urbanización Náutica Leire de Yesa se resiste a desaparecer
Sus 17 familias han sido expropiadas por la CHE ante el recrecimiento del embalse pero piden usar sus casas hasta entonces

- ASER VIDONDO. PAMPLONA
“Ninguno hemos elegido irnos de allí, ha sido una obligación de las instituciones, pero al menos reclamamos que nos dejen disfrutar de nuestras casas todo lo posible”. Así lo manifestaron ayer los portavoces de las 17 familias de la Urbanización Náutica Leire de Yesa, que comparecían en una comisión del Parlamento foral para informar del proceso de expropiaciones al que se han visto abocados. La urbanización, con más de 40 años de existencia en la margen derecha del embalse de Yesa, justo en la muga entre Navarra y Aragón, desaparecerá en el marco de la obra de recrecimiento del propio embalse, pues el nivel anegará esta zona. Y los vecinos, que deben entregar sus llaves a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) definitivamente el 15 de diciembre, piden que no se les desaloje ya.
“La CHE nos dice que ya se ha tramitado todo, que ya hemos cobrado (en abril) y que nos tenemos que marchar ya. Nosotros decimos que la obra va para largo, y que no creemos que hasta dentro de 8 años el recrecimiento del embalse esté listo y el agua llegue a la urbanización. Entonces, ¿por qué no permitirnos seguir acudiendo allí? ¿Qué prisa hay en derribar nuestras casas, si apenas costaría unos 9 meses?”, expresó Elena Richter Mota, de 34 años y de Bilbao, una de las propietarias.
3,5 MILLONES DE EXPROPIACIÓN
Conforman la urbanización 18 viviendas (una de ellas doble) que venían empleando 17 familias de Navarra y País Vasco. Se trata de adosados de 170 metros cuadrados en planta baja más una altura, con otros 70 de jardín, y zonas comunes (dos piscinas y jardines), además de un embarcadero hacia el embalse. El Estado, a través de la CHE, ha destinado unos 3,5 millones de euros a esta expropiación forzosa.
“Llevábamos muchos años oyendo rumores que tristemente ahora se confirman. Nos dicen que no es para tanto, que para casi todos es segunda vivienda, pero les teníamos mucho cariño, y pasábamos aquí fines de semana, veranos... ¿Quiénes son ellos para decirnos lo que es importante y lo que no?”, dijo.
A unos 4 km de allí, pero ya en suelo de Sigüés (Aragón), entre 2009 y 2010 se expropió también a orillas del embalse, y por los mismo motivos, el camping Mar del Pirineo, afectando a medio centenar de familias.
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