El "
sábado de la piñata" puso este sábado el punto final a los
carnavales de Alsasua, con una jornada abierta a la imaginación para completar un paisaje de disfraces variopintos. Fue a partir de mediodía cuando los primeros participantes mostraron su metamórfosis en la plaza de Los Fueros de la localidad, en la que el termómetro rozaba los veinte grados. La
buena temperatura no sólo aumentó los grados, sino también la presencia muy concurrida de las familias para decir adiós al carnaval.
Una fiesta que en Alsasua vivió su jornada más tradicional el martes, dedicada a los disfraces rurales con el momotxorro como principal protagonista. Una figura mitológica mitad hombre y mitad toro con su característica camisa ensangrentada y sarde (la horca) en mano, con el que atemorizada a los que se salen a su paso.
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