Carnaval vivo, íntimo y rural en Alsasua
La tarde, de normal dedicada al Carnaval Rural, empujó a la calle a pequeños y también adultos disfrazados
- D.N.
Martes de Carnaval, y hubo en Alsasua quien no pudo resistirse al encanto de enmascarar su apariencia con elementos de la tierra. La tarde, de normal dedicada al Carnaval Rural, empujó a la calle a pequeños y también adultos disfrazados. Momotxorros menudos correteraron por la plaza de los Fueros, a falta de estampida infantil y adulta. Gerardo Arratibel, que responde al apelativo de Iaio, se enfundó en una indumentaria propia de un Martes de Carnaval, como se aprecia en la imagen. Lo hizo por fidelidad a una costumbre, compromiso en la enseñanza de sus hijos y responsabilidad con guardar la distancia de seguridad en tiempos de pandemia. Su rostro quedó doblemente oculto, bajo una berza sobre su cabeza, y una mascarilla que cruzó su sonrisa intuida. “Celebrar el Carnaval -dijo- significa que se sigue adelante, como la vida”. Tras el paréntesis de un año de cuidados, es de esperar el regreso de la algarabía que acompaña al sentimiento en la custodia de usos y costumbres en una villa que es bendecida con un rosario de fiestas de guardar.