Las obras de
restauración ambiental que se han llevado a cabo en el entorno de la
basílica del Romero de Cascante ya han concluido.
Los trabajos han servido para crear un paseo a través del cual se puede acceder a la cara norte de este emblemático paraje cascantino. Así, la actuación ha conseguido generar un
nuevo espacio de esparcimiento y recreo, que hasta ahora sólo era utilizado por los vecinos de Cascante para sacar a pasear a sus perros.
En concreto, los trabajos comenzaron con la eliminación de las
plagas de tomicus que afectaban a los pinos para, posteriormente, efectuar una poda en toda la zona.
Seguidamente se procedió a la apertura de un camino a modo de paseo delimitado con traviesas de madera para poder acceder a la citada cara norte.
UNA NUEVA ZONA VERDE
En este área se realizó la plantación de una treintena de especies autóctonas para, según indicó el director de la obra,
José Miguel Iturri Busto, “mostrar las posibilidades estéticas de estas plantas” que, además, exigen pocos aportes hídricos. El entorno se completó con la habilitación de zonas ajardinadas y la colocación de bloques de sílex.
Este área cuenta ahora con un sistema de riego por goteo que permitirá optimizar el gasto de agua.
En una segunda fase, el consistorio completará el entorno con varios elementos de mobiliario urbano.
En total, los trabajos ahora ejecutados han afectado a un superficie de 22.300 metros cuadrados del paraje.
Las obras, que se han prolongado durante un periodo de tres meses, fueron adjudicadas a la empresa Eulen Flexiplan por 94.230,86 euros.
De este presupuesto, el 70% ha sido sufragado por la Unión Europea a través del programa Eje 4 Leader del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER).
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