arguedas
Actualizada 15/08/2013 a las 06:01
El espectáculo nocturno de Sendaviva reúne a 200 personas cada noche
- El parque arguedano ofrece este evento todas las noches a partir de las 22 horas hasta el próximo 1 de septiembre
- Íñigo Sanz. Arguedas
En medio de la penumbra propia de las diez de la noche, el parque de la naturaleza Sendaviva de Arguedas ofrece hasta el próximo 1 de septiembre un espectáculo nocturno en el que los duendes, el fuego, las acrobacias y los animales acaparan la atención.
Con las Bardenas Reales como telón de fondo, el anfiteatro del parque -con capacidad para unas 500 personas- ofrece a todos los visitantes 30 minutos de emoción donde los animales adquieren una importancia sustancial en el eje central del espectáculo. Una media de 200 personas acuden cada noche a la función, que tiene como protagonista a Alfie, un intrépido duende que al acostarse sueña con un mundo en el que todos los elementos de la naturaleza y los animales viven en paz.
Unos puercoespines, una nutria, una boa constrictor, un mapache o un zorro son algunos de los animales que se muestran en la función, haciendo apariciones tan llamativas como la del búho, que irrumpe en escena sobrevolando a los espectadores.
LA HISTORIA
El escenario se ilumina y el foco se centra en un pequeño estanque con nenúfares. Sobre una pantalla se proyecta el relato. Es tarde, y Alfie duerme. Una voz en off cuenta que va a narrar "la historia secreta de Alfie, un pequeño duende que habita por los bosques". Una mano 'despierta' a Alfie y comienza la aventura: "hace muchos años, todo era un gran pantano. Era el inicio de nuestra historia", continúa la voz en off. Unos seres hicieron que desapareciera el embalse y se estableció que se debía respetar y proteger a todo el que viviera en la selva.
ACROBACIAS 'BAJO' LA LUNA
Los duendes y los animales van surgiendo ante la atenta mirada de los espectadores. A su vez, varios actores realizan piruetas y bailes proyectando su sombra sobre la pantalla. Una acróbata se mueve, lentamente, abrazada a una media luna metálica que gira sobre sí misma al ritmo de la música.
Una exhibición de cariocas de fuego -bolas que penden de cuerdas- simboliza la destrucción del bosque tras una tormenta. Pero luego llega la calma, y las aves regresan a su hogar. Es entonces cuando la voz en off acaba recordando a los espectadores que "los sueños son vuestros y nadie, nunca, os los podrá robar", unas palabras que dan paso al despertar de Alfie.
Como broche final, el espectáculo se despide con la salida al escenario de animales, actores y cuidadores participantes en la función, entre los aplausos entusiastas del público presente.
Con las Bardenas Reales como telón de fondo, el anfiteatro del parque -con capacidad para unas 500 personas- ofrece a todos los visitantes 30 minutos de emoción donde los animales adquieren una importancia sustancial en el eje central del espectáculo. Una media de 200 personas acuden cada noche a la función, que tiene como protagonista a Alfie, un intrépido duende que al acostarse sueña con un mundo en el que todos los elementos de la naturaleza y los animales viven en paz.
Unos puercoespines, una nutria, una boa constrictor, un mapache o un zorro son algunos de los animales que se muestran en la función, haciendo apariciones tan llamativas como la del búho, que irrumpe en escena sobrevolando a los espectadores.
LA HISTORIA
El escenario se ilumina y el foco se centra en un pequeño estanque con nenúfares. Sobre una pantalla se proyecta el relato. Es tarde, y Alfie duerme. Una voz en off cuenta que va a narrar "la historia secreta de Alfie, un pequeño duende que habita por los bosques". Una mano 'despierta' a Alfie y comienza la aventura: "hace muchos años, todo era un gran pantano. Era el inicio de nuestra historia", continúa la voz en off. Unos seres hicieron que desapareciera el embalse y se estableció que se debía respetar y proteger a todo el que viviera en la selva.
ACROBACIAS 'BAJO' LA LUNA
Los duendes y los animales van surgiendo ante la atenta mirada de los espectadores. A su vez, varios actores realizan piruetas y bailes proyectando su sombra sobre la pantalla. Una acróbata se mueve, lentamente, abrazada a una media luna metálica que gira sobre sí misma al ritmo de la música.
Una exhibición de cariocas de fuego -bolas que penden de cuerdas- simboliza la destrucción del bosque tras una tormenta. Pero luego llega la calma, y las aves regresan a su hogar. Es entonces cuando la voz en off acaba recordando a los espectadores que "los sueños son vuestros y nadie, nunca, os los podrá robar", unas palabras que dan paso al despertar de Alfie.
Como broche final, el espectáculo se despide con la salida al escenario de animales, actores y cuidadores participantes en la función, entre los aplausos entusiastas del público presente.